Los concejales de San Miguel de Tucumán coinciden en que 2026 debe ser un año dedicado a la reforma estructural del sistema de transporte. Tras haber avanzado este diciembre con la regulación de las plataformas electrónicas -una pata importante de la problemática de movilidad urbana en la ciudad-, el siguiente paso es el control de las líneas de colectivos: se busca mejorar las condiciones del servicio, ordenarlo de manera integral y volverlo más eficiente.

Este año, la Capital fue protagonista de distintos sucesos que marcaron a la cuestión del transporte: manifestaciones de conductores de taxis y de motos de traslado, amenazas de suspensión de choferes de colectivos y hasta la firma de un acta acuerdo entre empresarios y funcionarios de la Intendencia. A principios de este mes, el cuerpo parlamentario encabezado por Fernando Juri aprobó por unanimidad la creación de un nuevo Sistema Único de Transporte de Pasajeros en Automóvil (Sutrapa) y de un marco regulatorio para las motocicletas que trabajen para aplicaciones como Uber, Didi o Cabify. Para el año próximo, además, se prevé profundizar aún más la actualización de la normativa en materia de movilidad urbana.

En el oficialismo se contempla un análisis urgente de propuestas para la primera parte del año próximo. “Tenemos que reformular el sistema para que sea uno que nos dé garantía real de que se van a mejorar las condiciones del servicio. La primera etapa fueron las apps, y ahora nos pusimos como meta que hasta marzo o abril del año que viene tenemos que proponer un alternativa real y eficiente”, resaltó Emiliano Vargas Aignasse (Peronismo de la Capital).

El concejal analizó que la sociedad “está cansada de vivir como rehenes de la situación económica del empresario” de colectivos, y que el primer aspecto a definir será si continuar con el mismo sistema de transporte o avanzar hacia una modificación.

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El radical José María Canelada manifestó que el servicio del transporte requiere de una regulación que asegure transparencia. “El problema no es cuánto cuesta el boleto (recientemente actualizado a $1.250): el problema es un sistema que funciona sin datos públicos, sin controles adecuados y sin una planificación que ponga a los usuarios en el centro”, planteó.

Ciudad colapsada de tránsito

Además, el edil advirtió que el debate no se agota con los colectivos. “La ciudad está colapsada de tránsito, sin un esquema de transporte que dialogue con el planeamiento urbano, sin infraestructura adecuada para peatones, ciclistas o personas con movilidad reducida, y con una logística urbana desordenada que genera congestión y aumenta la inseguridad vial. Por eso insistimos en que el Concejo debe exigir estudios de movilidad y decisiones basadas en evidencia, no en parches improvisados”, remarcó Canelada.

En tanto, el concejal de Fuerza Republicana (FR), Ramiro Ortega, señaló la falta de modernización del sistema de traslado que miles de tucumanos utilizan a diario. “Si bien hemos ampliado el universo de opciones de transporte con la regulación de las plataformas, el sistema de transporte clásico (colectivos) se encuentra en una crisis profunda”, observó.

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Es así que Ortega planteó que hace falta “pensar en soluciones que lo modernicen y lo pongan de nuevo en la escena de la que hoy está cada día más afuera”, considerándolo “un sistema obsoleto que no ha logrado funcionar nunca al 100%”.

Por último, el edil Carlos Ale (Partido por la Justicia Social) se refirió a la importancia que tiene el transporte en la vida diaria de los ciudadanos. “El Ejecutivo tiene que ordenar el territorio, prestar servicios esenciales y profundizar la cercanía con los barrios, porque allí está la agenda real de la gente: bacheo, iluminación, transporte, seguridad, mantenimiento de plazas, agua, cloacas y respuesta rápida”, mencionó.

Además, el concejal sumó que dentro de la reforma del Código de Planeamiento Urbano se debe contemplar a la movilidad urbana. “Calles, estacionamiento, transporte y plataformas digitales incorporadas al Código como realidad, no como excepción”, consideró.