Juan Sebastián Verón no esperó a que bajara la espuma para hablar. Lo hizo en medio de los festejos, todavía con la adrenalina corriéndole por el cuerpo y rodeado de hinchas, familiares y dirigentes. La sanción que le impuso la AFA lo obligó a vivir la final desde la tribuna del Madre de Ciudades, pero lejos de restarle protagonismo, esa imagen terminó potenciando el mensaje. El presidente de Estudiantes celebró como un hincha más, abrazado a su gente, y desde ahí dejó frases que explicaron mucho más que un título.
El desahogo llegó tras meses intensos, cargados de tensión y conflictos. “Siento felicidad y alegría por el trabajo que hicieron los jugadores y el cuerpo técnico”, dijo mientras el “León” levantaba la copa. Pero enseguida fue al hueso, todavía emocionado: “Encontraron la fuerza para revertir un momento de algo muy injusto”. No fue una frase aislada, sino la síntesis de un proceso atravesado por sanciones, cuestionamientos y un contexto adverso que el club transformó en combustible.
Verón amplió esa idea sin bajar el tono del festejo. “Siempre necesitás algo que te estimule. El club se unió mucho más y hoy pudimos transformar esa fuerza en una estrella”, explicó, con la camiseta del “Pincha” como escudo emocional. “Más allá de que hubo hechos graves, nada tiene que ver con lo que pasa acá adentro. A veces tienen que suceder cosas para que algo funcione de manera normal. Y en esa normalidad nos hicimos fuertes”, aseguró.
Mientras Verón hablaba, los jugadores seguían celebrando dentro del campo. Guido Carrillo, autor del gol que cambió la final, era uno de los más buscados. A una semana de convertirse en padre y tras cumplir una sanción de cuatro partidos, el delantero volvió justo a tiempo. “Una felicidad inexplicable estar viviendo esto después de tanto esfuerzo y de todas las cosas que pasaron”, expresó, todavía con la medalla colgada. “Creo que el equipo demostró la personalidad para jugar este tipo de partidos”.
Carrillo también eligió mirar la historia del club para explicar lo sucedido. “Es un poco la esencia de Estudiantes. Cuando todo parece estar terminado y lo dan por muerto… resurge. Esto es la mística”, dijo el delantero, que al hablar sobre el gol agónico fue simple y directo. “Sabía que José la iba a poner ahí y, por suerte, se dio”, explicó el “9”, que también habló de la suspensión. “Fue una locura. Me tocó vivir los partidos desde el vestuario y fueron los momentos de más sufrimiento en mucho tiempo”.
En pleno festejo también habló Leandro González Pirez, visiblemente emocionado. “Muy feliz. Es el primero mío con esta camiseta y me llena de orgullo”, dijo. “Vine para esto, para aportar mi granito de arena y que este club siga en lo más alto”, agregó.
El defensor también destacó el esfuerzo colectivo y el contexto. “Racing es un equipo fuerte, que ataca mucho. Fue un esfuerzo grande, con mucho calor, pero estos chicos son competidores natos”.
En tanto, Santiago Núñez puso el foco en la gente, todavía cantando en las tribunas. “Esta gente es una locura. Nos hace sentir parte de algo. No es un club, es una familia. Estamos muy orgullosos”.
Y Santiago Ascacibar, capitán y referente, fue claro en medio del festejo. “Todavía estoy acá, todavía estoy en el club. Me queda una final más y después pensaré en el futuro. La cabeza está puesta acá hasta que termine el año”.
Antes de retirarse en un trafic, Verón volvió a tomar la palabra. “Es increíble lo que hace la gente para seguir a su equipo, con todas las dificultades que le ponen en el camino. La esencia del fútbol es la gente y hay que acompañarla”, cerró.