El legislador Manuel Courel no ahorró palabras a la hora de cuestionar el paquete de modificaciones electorales que la Legislatura se dispone a tratar. Lejos de interpretar los cambios como un avance, aseguró que se trata de un retroceso y que el Gobierno incumplió sus promesas desde el inicio.
“Tengo una enorme desilusión con este fracaso de la reforma política. Esto no es ni siquiera un maquillaje: es un engaño para la sociedad y para quienes trabajamos seriamente en el tema”, expresó en una charla con LA GACETA.
Recordó que el gobernador, Osvaldo Jaldo, había anunciado “una gran reforma electoral” en su discurso de marzo de 2024. Sin embargo, para Courel ese compromiso “quedó en la nada”. Y fue todavía más lejos: “Fue una gran mentira. La misma que hizo Juan Manzur cuando también prometió diálogo político y no hizo nada. Con Jaldo vamos por el mismo camino”.
El legislador aseguró que él y un grupo de parlamentarios participaron activamente del proceso preparatorio de la reforma: “Viajamos a Salta, vinieron expertos, hasta fuimos a ver las elecciones en Estados Unidos. Yo tenía una verdadera ilusión. Presenté un proyecto y trabajamos mucho”. Pero hoy esa expectativa se transformó en bronca:
“Me siento engañado. Fue un gasto totalmente innecesario”.
Los responsables del freno a los cambios
Courel apuntó directamente a un sector del oficialismo y a dirigentes del interior. “Hubo un grupo de legisladores, sobre todo del interior, encabezados por Sergio Mansilla y respaldados por el ministro del Interior, Darío Montero, que se opusieron a cualquier cambio”.
Según el legislador, esos sectores “están muy cómodos con un sistema que mantiene esclavizada a la gente en los feudos que gobiernan hace 20 o 30 años”.
Acoples, boleta electrónica y un sistema que “compra votos”
Uno de los puntos centrales que, según Courel, demuestra el fracaso de la reforma es el manejo de los acoples. “Se había dicho que se iban a limitar mucho más. Y ahora, ¿qué proponen? Si en Capital hubo 20 acoples, ahora habrá 19. Eso no es un cambio, es una burla”.
También cuestionó el rechazo a la boleta electrónica. “Dicen que es cara, pero cara es la elección en Tucumán cuando se gastan millones en papeles y en pagar votos”, dijo.
Y fue aún más explícito: “En Alberdi se pagaban hasta 70.000 pesos por voto. Había más de 30 acoples solo del oficialismo. Este sistema está hecho para eso”.
Courel también cuestionó el debate sobre paridad de género, asegurando que en la práctica el cupo femenino del 30% “está totalmente pervertido”. “La mayoría de las mujeres que entran a legislaturas o concejos no lo hacen por mérito, sino por parentesco con intendentes o caudillos. Eso va contra la dignidad de las mujeres”.
Para cerrar, advirtió que la discusión actual no representa una verdadera reforma. “Esto es un gran engaño y hay que decirlo con todas las letras. Vamos a seguir insistiendo porque Tucumán necesita un cambio real y el oficialismo se niega a darlo”.