La mañana tomó un giro inesperado en El Trece cuando Moria Casán, al repasar un fragmento histórico de su vida, no pudo contener las lágrimas al hablar de Mario Castiglione, su ex pareja y padre de su hija, Sofía Gala. La conductora repasó imágenes de un viejo programa en el que había reunido a Castiglione con otro de sus ex, Luis Vadalá, y la escena la llevó a un terreno íntimo y doloroso.

“Esto no es televisión de vanguardia, es la verdad televisada”, expresó Moria tras ver el video, visiblemente conmovida. En su reflexión, contó que en aquel momento ya sabía que Castiglione atravesaba una enfermedad terminal y que le quedaban pocos meses de vida. “Estaba con dos personas que se iban de mi vida. Él se estaba muriendo, yo era consciente de su estado”, señaló.

Casán recordó que, aún debilitado, Castiglione asistía a verla trabajar, incluso en silla de ruedas, impulsado por el deseo de acompañarla. “Fue fuerte verlo así… Me dijo ‘quiero verte’. Lo trajo un amigo y se quedaba en un costado. Sabía lo que estaba pasando”, relató mientras la emoción volvía a tomarla por sorpresa.

Entre lágrimas, la conductora subrayó que Castiglione fue una persona importante en su vida y que siempre trató de estar a su lado en ese proceso. “Fue un buen hombre. Lo ayudé en todo lo que pude. Nunca le pedí nada. Jamás”, afirmó.

Después de recomponerse, Moria profundizó en el vínculo que compartieron y en el peso afectivo que aún conserva. “Tal vez él se enamoró de Ana María Casanova y no pudo convivir con Moria Casán”, dijo, diferenciando sus identidades pública y privada. Y agradeció con énfasis lo más valioso que dejó esa relación: su hija Sofía. “Si él no me hubiera pedido tenerla, quizá nunca habría sido madre. Yo sentía que ya había cumplido en ese rol.”

La diva también rememoró cómo la televisión se convirtió en su espacio de catarsis cuando atravesaba el final de esa historia: “Nunca hice análisis; yo sacaba todo al aire. Y en ese momento lo dije todo, incluso cosas duras, porque sabía que él no tenía mucho tiempo”.

Al cerrar el tema, Moria volvió a emocionarse al reconocer la dimensión que ese recuerdo tiene hoy en su vida: dos nietos, una familia que la acompaña y una carrera que continúa vigente. “Le agradezco tanto haberme dado a Sofía. Tal vez nunca se lo dije como debía. Perdón si me emociono”, concluyó, dejando ver un costado poco habitual de “La One”, pero profundamente humano.