BELÉM, Brasil.- El mundo debe dejar atrás el modelo de uso intensivo de energías fósiles si quiere salvar el planeta, dijo en Belém el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, una señal política que puede orientar los debates de la COP30 la semana próxima.
Dos años después de que el mundo acordara en la COP28 de las Naciones Unidas de Dubái una salida progresiva de las energías fósiles, Lula, cuyo país es el octavo mayor productor de crudo del mundo, volvió a poner el tema sobre la mesa.
El mundo “no soporta más el modelo de desarrollo basado en el uso intensivo de combustibles fósiles”, dijo el izquierdista en el segundo día de la cumbre de líderes, previo a la COP30 que se abre el lunes en la ciudad amazónica de Belém.
Lula ya había abogado el jueves por una hoja de ruta que librara al mundo de la dependencia de los hidrocarburos, grandes responsables del cambio climático. En Brasil, el mandatario enfrenta críticas de ambientalistas por haber impulsado este año un megaproyecto de exploración petrolera marítima cerca de las costas amazónicas.
Lula argumenta que las ganancias de la explotación de hidrocarburos son necesarias para financiar la transición.
Buscan mejorar la muestra del factor climático en los datos agrícolasSus palabras fueron bien recibidas por ONG, en tiempos en que el mundo parece abocarse al cataclismo climático.
La ONU advirtió que 2025 será uno de los años más calurosos jamás registrados. Y el organismo admite que el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 ºC respecto a la era preindustrial no se cumplirá. Tampoco la coyuntura internacional ayuda: Donald Trump retiró de nuevo a Estados Unidos, segundo mayor contaminante del mundo después de China, del Acuerdo de París. La filosofía del republicano: “Perforar, perforar, perforar”.
Salvar los bosques
Reunidos en Belém, en el corazón de la mayor selva tropical del planeta, algunos líderes secundaron a Lula. “Cada país debe presentar su hoja de ruta y elaborar su estrategia para eliminar progresivamente los combustibles fósiles”, dijo el francés Emmanuel Macron.
“La transición es central”, exhortó Surangel Whipps, presidente del archipiélago pacífico de Palaos.
El jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó por su parte que su país avanza “junto a otros países para gravar los vuelos de clase premium y jets privados”. “Es justo” que el que más tiene y más contamina, pague “lo que le corresponda”, defendió.
Brasil impulsa además en Belém una iniciativa para multiplicar por cuatro la producción y consumo mundiales de combustibles sostenibles, lo que podría acelerar la descarbonización del transporte aéreo.
Lula habló en Belém “de lo que importa” y aporta el impulso político necesario para que el asunto sea debatido en la COP30, dijo la red de ONG Observatorio del Clima. “No necesariamente en las negociaciones oficiales, pero sí en la agenda de acciones” voluntarias, dijo Marta Salomon, del centro de reflexión brasileño Instituto Talanoa.
Adna Albuquerque, investigadora de pueblos autóctonos que trabaja como voluntaria en los preparativos de un campamento que albergará a más de 2.000 indígenas durante la COP, exhortó al “poder político a actuar”. “La COP puede posibilitar que se dé un gran paso” para salir de las energías fósiles. “Depende de la influencia política, por lo que es importante que Lula mantenga lo dicho”, dijo.