El plano original de lo que debió ser el Parque 9 de Julio es contundente y a la vez genera gran desazón. Se publicó en el libro que se editó en ocasión del Centenario de la Independencia, en 1916, y que conserva el Archivo de LA GACETA.
Está firmado por el diseñador del paseo, el reconocido arquitecto, urbanista y paisajista Charles Thays, y abajo a la derecha se consigna el año de la rúbrica: 1908. Se pueden apreciar las 400 hectáreas originales (59 más que las 341 del Central Park de Nueva York), de las que sólo se culminó la mitad norte que hoy conocemos como “parque”. Y la otra mitad (sector sur) fue urbanizada y usurpada en su totalidad, como se detalló en la nota “Un crimen urbanístico: la historia de cómo se destruyó el “Central Park” tucumano” (LA GACETA, 20/10/25). La drástica disminución no sólo se limitó a las 200 hectáreas sustraídas al parque original, para usos públicos y privados, sino que la mitad que se reservó como parque también fue víctima del cemento, para desarrollos particulares y oficiales.
Recuerdos fotográficos: 2003. Saquean 180 toneladas de soja del tren descarriladoHoy sólo quedan 70 hectáreas de espacios verdes, sobre las 400 originales que soñó Thays y miles de tucumanos de hace un siglo. En el presente, este “urbanicidio” no ha cesado y las edificaciones se han seguido ampliando, como los clubes, las instalaciones universitarias, las oficinas públicas y otras construcciones ajenas al proyecto original, como el ex autódromo, el Palacio de los Deportes o el camping municipal, entre otras.