El verano activa el mood skin care en miles de personas alrededor del mundo. Pero realmente el cuidado de la piel debe darse durante todo el año. La exposición prolongada al sol puede generar problemas que van desde irritaciones o quemaduras leves hasta melanoma, un tipo de cáncer de piel que puede tener diferentes niveles de agresividad.

Atención a esta manchita en el ojo: podría ser señal de melanoma ocular

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina en los melanocitos, células que producen la melanina, la sustancia que pigmenta la piel. La principal causa de aparición del melanoma es la exposición a la luz solar, por lo que suele presentarse en las partes visibles del cuerpo, pero también pueden aparecer en las zonas interiores como la nariz o la garganta.

Melanoma: cómo prevenir el cáncer de piel

La alternativa más recomendada y más fácil de aplicar en la prevención del melanoma es mantener una rutina de cuidado. Usar ropa que proteja de los rayos solares como prendas oscuras que tapen piernas y brazos son los recomendados. Por otra parte, el protector solar también se vuelve una herramienta clave para mantener la piel en buenas condiciones.

La doctora Deborah Sarnoff, presidenta de la Fundación contra el Cáncer de Piel, recomienda a sus pacientes seguir una buena rutina de cuidado de la piel durante al menos un mes cuando están por hacerse algún tipo de tratamiento. La rutina también puede aplicarse para hacer limpiezas profundas, eliminar impurezas y evitar aparición de manchas o melanoma.

Esta rutina se divide al menos en dos etapas que representan la protección y la reparación.

Por la mañana, en la etapa de protección, Sarnoff propone ponerse un producto tópico antioxidante con vitamina C, incluso antes de poner el protector solar en la cara. Esto mejorará la capacidad del protector solar para cuidar la piel y los radicales libres que pueden dañarla. Un suero o gel de vitamina C estimulan la producción de colágeno nuevo, un proceso saludable para la piel.

La segunda etapa, por la tarde, implica más una reparación que protección. La mejor arma para revertir el daño causado por la luz solar a lo largo del día, afirma Sarnoff, es un suplemento derivado de la vitamina A. Un producto que recomienda es Retin-A, pero no todas las personas pueden usarlo debido a la irritación de la piel que se produce durante el día. También recomienda las cremas humectantes con retinol para estimular la producción de colágeno y la iluminación de la piel descolorida.

Identificación y diagnóstico del melanoma

El melanoma no siempre comienza como un lunar. Puede aparecer en piel sana y se manifiesta a través de lunares inusuales e irregulares o cambios en el tamaño, forma o color de una parte de la piel. Los especialistas en dermatología han desarrollado la regla ABCDE para identificar lesiones potencialmente cancerosas:

A: Asimetría - La lesión no es redondeada.

B: Bordes - Los bordes son irregulares.

C: Color - La lesión presenta distintos colores, no homogéneos.

D: Diámetro - El tamaño de la lesión es mayor de 6 mm.

E: Evolución - Cualquier cambio en las características anteriores con el tiempo.

Tratamiento del melanoma

El tratamiento del melanoma es esencialmente quirúrgico, consistiendo en la extirpación del tumor con un margen de piel sana. Para melanomas mayores de 1 mm de grosor, es necesario realizar una estadificación ganglionar para descartar metástasis en los ganglios, mediante mapeo linfático y resección del primer relevo ganglionar o extirpando todos los ganglios de la zona de drenaje. La posibilidad de curación depende más de la detección temprana que de la magnitud de la cirugía.