PARIS, Francia.- El Museo del Louvre permanecerá cerrado más tiempo que el previsto inicialmente, luego del robo de ocho piezas históricas de enorme valor patrimonial. Decenas de expertos intervienen en el rastreo para intentar resolver quiénes son los responsables del espectacular robo de las joyas imperiales en el museo más visitado del mundo.

Mientras los ladrones siguen libres y las joyas robadas, sin aparecer, vuelan las hipótesis acerca de quiénes fueron, cómo lo hicieron y de quién es la culpa.

“Sin ninguna duda hemos fracasado”. La confesión de Gerard Darmanin, ministro de Justicia y ex responsable de la cartera del Interior, en la radio, refleja el sentimiento de toda una administración que debe hacer frente a la indignación de los ciudadanos.

Los delincuentes fueron “capaces de colocar un montacargas” en la vía pública, “de hacer subir a personas en pocos minutos para agarrar joyas de un valor incalculable y de dar una imagen deplorable de Francia”, dijo el ministro de Justicia.

Los franceses, orgullosos de su patrimonio, exigen respuestas. La facilidad con que los ladrones entraron y salieron de una de las salas más importantes del museo y el momento político sensible para el actual gobierno, son un dolor de cabeza para las autoridades.

Museo del Louvre: más de 60 investigadores policiales buscan pistas de los ladrones de joyas

“Es una humillación, una herida al espíritu francés”, denunció Jordan Bardella, presidente del partido de extrema derecha Reunión Nacional (RN).

“Yo no lo llamaría una humillación nacional, que es simplemente un dardo político. Pero la verdad es que el Louvre perdió abruptamente su estatus de uno de los museos más seguros del mundo. Ahora deberá recuperarlo”, lamentó Fabrice d’Almeida, respetado historiador del arte.

Unos 60 investigadores de la brigada de represión del crimen organizado de la policía judicial parisina y de la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales fueron movilizados en el país, aunque cuentan con la colaboración de todas las policías europeas e internacionales.

Numerosos actores del sector acusan a los responsables de negligencia, sin ignorar la dificultad de garantizar seguridad en un edificio que data de 1190, y se transformó en museo en 1793. Con una superficie de 73.000 metros cuadrados y 8.000 ventanas, el Louvre cuenta con 1000 salas que exponen unas 35.000 obras.

Sin cámaras de vigilancia

En un duro preinforme que debía ser publicado en noviembre, el Tribunal de Cuentas francés anota que, en el sector donde se encuentra la Galería de Apolo que cobija las joyas robadas, un tercio de las salas no dispone de ninguna cámara de vigilancia.

En los últimos años, se han instalado equipos en espacios de exposiciones temporales que acogen préstamos del extranjero, en detrimento de salas que albergan colecciones permanentes. Así, “el 60 % de las salas del ala Sully y el 75% del ala Richelieu no están protegidas” por videovigilancia.

“Lo que se sacrifica es siempre lo que no se ve. Y la seguridad es la primera víctima. Siempre se prefiere invertir en lo nuevo en vez de cuidar lo antiguo”, se lamenta Marivonne de Saintpulgent, ex directora del Patrimonio del ministerio de Cultura.

Cómo fue el robo de las joyas imperiales del Louvre en solo siete minutos

Según un representante sindical, el Louvre “también carece de agentes de vigilancia: se han suprimido 200 empleos en 15 años mientras que la afluencia se ha multiplicado por 1,5”. La causa son “presupuestos insuficientes y poco transparentes”, afirma.

¿Qué podría pasar con el botín? Muchos imaginan un coleccionista privado, fanático de Napoleón y de los diamantes de la Corona, que habría encargado el crimen. Otros fantasean con que un país extranjero estaría detrás del asunto y podría usarlo como moneda de cambio para presionar a Francia en un caso sensible... O para enviar el mensaje político de que, finalmente, Francia no es más que una potencia con pies de barro. Según otros expertos, la hipótesis más probable es que esas joyas serán despojadas de sus monturas y sus piedras revendidas.