El objetivo de adelgazar se asocia generalmente a la quema de grasas. Pero hay algunos mitos en torno a la pérdida de grasas que confunden a las personas o las alejan de su meta. Aunque muchos crean lo contrario, la experta en medicina integrativa, Isabel Belaustegui, sostiene que desayunar tarde puede ayudar a quemar más grasas.

Menú semanal con desayuno, almuerzo, merienda y cena para tener energía todo el día

Belaustegui es autora del libro “La dieta del metabolismo saludable” y propone revolucionar el horario del desayuno para conseguir un objetivo diferente. La especialista plantea hacer la primera comida del día a un horario poco frecuente para quienes empiezan el día temprano.

¿A qué hora desayunar para quemar más grasas?

La médica parte de un concepto esencial: no solo hay que prestar atención a lo que comemos, sino también al momento en que lo comemos. “Si retrasamos un poquito, aunque sea, el momento del desayuno, eso ayuda muchísimo”, indica a “A lo grande podcast”. En este aspecto, el retraso de alimentación está relacionado al ayuno porque se obliga al cuerpo a funcionar por más tiempo sin comida.

El metabolismo puede flexibilizarse, según explica Belaustegui. Esto significa que puede funcionar mejor al alternar entre el uso de glucosa –carbohidratos– y la grasa –reservas–. Retrasando el desayuno obligamos al organismo “a recurrir a su energía de reserva que está guardado en la grasa”, indica.

El horario ideal para desayunar sería entonces a media mañana, entre las 11 y las 12, casi como si fuera un almuerzo. Mediante este proceso de ayuno se permite la autofagia, es decir, el reciclaje de las células dañadas, mitocondrias alteradas y microtumores que se forman en el organismo de forma natural.

Cómo funciona el ayuno intermitente

La institución de investigación Mayo Clinic explica que el objetivo del ayuno intermitente es que las células del cuerpo cambien su funcionamiento. Una alimentación programada puede hacer que las células se centren en la reparación, el uso de la energía y el equilibrio de las funciones de todo el organismo.

Aunque a corto plazo tiene algunos beneficios –mejora nivel de glucosa en sangre, el peso, el colesterol y la presión arterial–, los efectos a largo plazo del ayuno intermitente no están claros. Algunos estudios sostienen que limitar el consumo de calorías puede tener los mismos beneficios que el ayuno.

Se trata de una práctica que no está recomendada para personas con trastornos de alimentación, embarazadas o en periodo de lactancia o quienes tienen riesgo de pérdida ósea y caídas.