NOVELA
EL LIBRO DE LAS HERMANAS
AMÉLIE NOTHOMB
(Anagrama – Barcelona)
La nueva novela de esta célebre escritora belga no causa mayores sorpresas, tanto en el buen sentido como en su contrario. Con su proverbial mirada afilada sobre los vínculos parentales y sus excepcionales heroínas góticas, pequeñas Merlinas dueñas de una inteligencia monstruosa, construye un relato que parece haberse desentendido de los rigores de la prosa concentrada de sus primeros trabajos con los que alcanzó notoriedad, y cuyo carácter autorreflexivo subrayado en las tapas con su foto, señala el centro alrededor del cual gravitará una literatura que la tiene a ella misma como figura literaria.
Variaciones de Santiago KovadloffY en esta oportunidad, es Tristane (atención a los nombres), la hija de una singular pareja que, en su perfecta completud, bien podría ilustrar la teoría del amor para Platón (aquella del círculo perfecto que configuran dos medias naranjas) la que se hace cargo de la narración desde los primeros meses de vida, en la que no hay lugar para ella dentro de ese amor blindado que une a la pareja de sus padres.
Junto a sus aliadas, extrañas criaturas que bordean el caso psiquiátrico (en cuyos nombres se adivina un claro homenaje a su amada Colette) conspirará contra los adultos en la figura de unos padres cuyo poder destructivo se centra en la palabra, esa “nana venenosa” que son los mandatos. Y la llegada de una pequeña y luminosa hermana le permitirá conocer el amor en un sentido absoluto y puro que su familia le había negado, como el que encuentra en la literatura francesa que devora como una poseída y que la lleva a escribir encendidas cartas de amor, esa “obra maestra para una única persona”.
Nobel de Literatura 2025: expectativa por los dos autores argentinos en carreraJunto a su hermana, descubrirá el mundo en toda su dimensión mágica y lúdica para desarmar la lógica adulta, tal como encontrábamos en las criaturas de Roald Dahl o Astrid Lindgren pero que en Nothomb adquieren una condición perturbada, como la que padecen sus heroínas anoréxicas, esa posesión diabólica destructora, para desembocar en una tragedia, refinada y erudita, pero tragedia al fin.
© LA GACETA
MARÍA EUGENIA VILLALONGA.