El aire de la redacción se llenó de colores, serpentinas y hasta de una especie de batucada improvisada que acompañó a los chicos de la Escuela Técnica N° 1. La expectativa se palpaba en cada rincón porque lo que estaba en juego no era sólo un concurso de conocimientos, sino la oportunidad de mostrar cuánto saben los jóvenes de Monteros sobre la historia y la cultura de Tucumán.
Las tres escuelas finalistas -la Normal, la Técnica N° 1 y la rural Yonopongo- llegaron con sus hinchadas, familias y docentes, para transformar todo el lugar en una verdadera fiesta. Y es que más allá de la competencia, se respiraba un espíritu de comunidad. Los lazos que todas las instituciones tejieron durante estas semanas enorgullecieron al sur de la provincia.
Emoción con respeto
El equipo de la escuela Normal vivió las últimas 48 horas con un nudo en la garganta: toda su comunidad educativa estaba de duelo por la pérdida de un alumno de 12 años. Aun así, los finalistas decidieron seguir adelante y convertir el dolor en motor.
Samuel, uno de los compañeros de Lautaro, fue uno de los primeros en alzar la voz: “Está muy bueno lo que vivimos estas semanas. Somos como 10 los que vinimos a alentarlos.” En este caso los representantes no eran del mismo curso por lo que fueron cinco del 5°E y otros cinco, del 5°D.
Personajes de la historia y de la cultura que más se nombraron en "Enseñame Tucumán", y algunos datos curiososOtro de los chicos presentes en la redacción, celebró la oportunidad de ver a sus compañeros en televisión: “Es una linda experiencia, llegan a la final y representan a Monteros. Yo estaría nervioso, pero ellos están tranquilos. Ojalá ganen”.
Darío Cruz mezcló su fe en el equipo con su pasión por el fútbol: “Estos días se me mezclaron los nervios con el partido de River, pero Lautaro va a ganar. Si ganan, todos nos vamos a comer hamburguesas.”
La profesora Paulina Zelarayán no ocultó su emoción: “La escuela está de duelo porque falleció un alumno, que incluso los chicos conocían, y fue sepultado ayer. Los ánimos cayeron muchísimo, pero ellos siguieron estudiando toda la noche y esta mañana. Pasaron por nervios, risas y hasta llanto, pero están muy preparados y confiados en Dios. Sea lo que Dios quiera, estamos muy contentos de que el premio quede en Monteros.”
Entre risas, la profesora también comentó que la abuela de Lautaro estaba presente. Pero como cábala. “Vino en la instancia pasada, entonces no había manera de que no nos acompañara”, comentó risueña.
Primeras veces en capital
La secundaria rural Yonopongo vivió la experiencia como un acontecimiento histórico. Para varios de los compañeros de Bahiana y Lucía, fue la primera vez que viajaron a la Capital adornados de amarillo. Fueron una de las hinchadas más ruidosas de la tarde.
Rayan Medina no ocultó el orgullo por sus compañeros: “Las chicas se prepararon día a día, incluso perdiendo clases para poder estudiar. Nosotros estamos nerviosos, imagínense ellas.”
Paulina Cruz agregó entre risas: “Queremos que sigan así. Y pase lo que pase ya estamos muy orgullosos de ellas.”
Estudiosos y solidarios: los campeones de "Enseñame Tucumán" tienen más sueños por cumplirEn tanto, Bahiana y Lucía se miraron cómplices y hablaron casi a dúo: “Hicimos un esfuerzo enorme, estudiamos día y noche. Pensábamos que iban a ganar otros, pero estamos felices de representar a Monteros y de ser una escuela rural que se está conociendo. Nuestras familias nos acompañaron y nuestros profesores estuvieron pendientes de nosotras. Estuvimos siempre nerviosas, pero felices”, indicaron las amigas.
Una vez que quedaron afuera de la instancia, en sus lágrimas se reflejó todo el compromiso que pusieron. No obstante su directora, Elina Albornoz, remarcó que aunque no se llevaran el premio, con su dedicación hicieron conocida a su secundaria por algo muy lindo. “Sabemos que pusieron mucho empeño y fueron dos de las participantes más queridas, porque la característica de los chicos de nuestra escuela es el respeto y la humildad y eso es lo que se ha visto en la pantalla y lo que a la gente les ha llegado”, indicó.
Unión y fe
Los de la escuela Técnica N°1 llegaron en grupo, llenando de energía el estudio. Esta vez pudieron venir todos los compañeros, y eso se sintió. Martín Mateo lo resumió con una sonrisa. “Hoy pudo venir todo el curso, antes veníamos sólo tres. Ahora estamos todos unidos y felices.”
Una semana atrás Valentín Castells, miembro de la pareja finalista, contó que él no era el elegido para participar, sino Mateo. Este último le cedió el lugar, y al ver a su amigo en la final, dijo estar contento de haberle dejado su puesto porque sabía que Valentín estaba más seguro.
Susana Montaldo: “Ojalá que ‘Enseñame Tucumán’ sea un clásico”El joven estudiante de sexto año dijo que, como cábala, repitió la ropa de la semifinal (porque también se la pusieron ese día). Esta vez, además, trajeron algunas biblias que les dieron en la escuela. “Queríamos sentirnos protegidos por Dios”, reveló.
Luna y Lucas, por su parte, destacaron el valor de que el premio se quede en el sur de la provincia: “Siempre es un orgullo que Monteros esté en el foco, porque a veces no tiene el protagonismo que se merece”.
Valentín y Ana Paula Díaz, los finalistas, se mostraron tranquilos y reflexivos aún al quedar en segundo lugar. “Dejamos de lado otras materias y hasta salidas para estudiar. Ahora queremos disfrutar. Sentimos orgullo: por nosotros, por nuestros compañeros y por toda la gente que participó. Esta experiencia nos va a quedar para toda la vida”, reflexionaron.
En esta final de “Enseñame Tucumán” no sólo se puso en juego el conocimiento, sino también el espíritu de comunidad, el orgullo de pertenencia y la capacidad de sobreponerse a las adversidades. Monteros se hizo escuchar con fuerza, y demostró que el sur también enseña y que sus jóvenes tienen mucho para contar.