Javier Milei concretó este miércoles su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas con un discurso marcado por fuertes críticas al rol del organismo internacional, una firme defensa del libre mercado y un nuevo gesto de alineamiento con el expresidente estadounidense Donald Trump.
Con media hora de retraso y ante un auditorio con varias butacas vacías, Milei cuestionó con dureza el rumbo actual de la ONU, al afirmar que “pasamos de una organización que pretendía mediar la paz entre pares a una organización que pretende decidir qué debe hacer cada Estado o Nación”. En línea con los señalamientos de Trump, acusó al organismo de “imponer a los ciudadanos del mundo un modo de vivir determinado”.
Durante su exposición, Milei insistió en su ideario liberal, rechazando la intervención estatal y reivindicando el mercado como motor del progreso. “El Estado no crea riqueza, la roba, la destruye”, sostuvo, y definió el gasto público como “una orgía de gasto propio”. Su mensaje fue recibido con aplausos moderados, que solo se intensificaron hacia el cierre, consignó el diario "La Nación".
En otro tramo de su intervención, comparó el fenómeno migratorio con una “invasión”, y respaldó abiertamente las políticas migratorias impulsadas por Trump durante su presidencia. “Trump también entiende que es el momento de revertir una dinámica que estaba llevando a Estados Unidos a una catástrofe”, aseguró, destacando su “férrea y exitosa” estrategia contra la inmigración ilegal.
Milei trazó un paralelismo entre su gestión y la del líder republicano: “Argentina tiene hoy un gobierno que ha elegido el camino correcto, a pesar de ser el más difícil. Lo mismo está haciendo Trump”, señaló, en un nuevo gesto de respaldo al exmandatario, quien ayer lo había elogiado públicamente.
El presidente argentino también aprovechó su exposición para plantear demandas concretas. Le reclamó a la ONU que se abstenga de intervenir en conflictos que los Estados pueden resolver por sí mismos, y pidió una auditoría sobre el funcionamiento del organismo. “La paz no es solo la ausencia de conflicto”, afirmó, al tiempo que exigió que no se financien programas “ineficaces”.
En el plano nacional, Milei reafirmó la soberanía argentina sobre las islas Malvinas y llamó al Reino Unido a retomar las negociaciones bilaterales. “Invitamos al Reino Unido a reanudar las negociaciones, de conformidad con la Resolución 2065 de esta misma Asamblea General”, expresó.
El mandatario también repudió “las expresiones de violencia fundamentalista” y mencionó los atentados a la AMIA y a la embajada de Israel en los años noventa. Reclamó que se respete el cumplimiento de las circulares rojas de Interpol para detener a los acusados.
En el tramo final, denunció una “escalada de la violencia política por parte de la izquierda a nivel global” y vinculó esa afirmación al caso de Nahuel Gallo, el gendarme argentino detenido en Venezuela. “Es desaparición forzosa”, advirtió, y pidió colaboración internacional para esclarecer lo ocurrido.