El huracán Katrina fue "lo peor de lo peor". Esta tormenta fue una de las más destructivas y la que causó más víctimas mortales, sumando alrededor de 1836 muertes, así como desplazó a millones de habitantes y se convirtió en uno de los desastres naturales más costosos y mortíferos de la historia de Estados Unidos. Tras su paso, la devastación fue total y profunda: en la Costa del Golfo de Estados Unidos no había quedado nada, más que un grupo de unas misteriosas y delicadas rosas.
El fin del iceberg más grande del mundo: advierten que pronto dejará de existirCuando Peggy Martin, de la comunidad de Phoenix, en Luisiana volvió a casa después de evacuar, uno de los desafíos más imposibles luego de las desoladoras consecuencias que dejaron la visita del huracán Katrina, habían al menos cinco o seis metros de agua estancada. Todos los diques habían superado su capacidad y no pudieron proteger las zonas de inundaciones. Sus padres, que decidieron no abandonar su hogar, donde vivían Martn junto a su pareja, murieron en la destrucción causada por la tormenta.
Después del desastre, una delicada rosa
Tras lograr franquear los escombros y un escenario desgarrador, Martin se dio con que el rosal de su cobertizo se encontraba más vivo que nunca. De acuerdo con Charles Shi, horticultor botánico especializado en rosas silvestres del Real Jardín Botánico de Kew, en el Reino Unido. La flor misteriosa es para el especialista una semejante a las antiguas rosas trepadoras. Al ver su apariencia afirmó estar seguro de que esta trepadora contenía "cierta cantidad" de Rosa banksiae en sus genes, refiriéndose a una especie recolectada en China a principios del siglo XIX y traída a Kew. Se trataba de una simple rosa silvestre, una "plántula causal".
Parecía increíble ver cómo, tras un huracán tan devastador, una delicada rosa se mantenía firme y de hecho, rebosante en cantidad. Shi identificó tres rasgos que podrían haber ayudado a un ejemplar así a sobrevivir a los estragos de Katrina: una naturaleza resistente y un metabolismo con bajo contenido de oxígeno que le permitió depender de reservas almacenadas de azúcares; una capacidad para hacer frente al estrés salino por estar inundado con agua de mar, ya sea excluyendo las sales de las raíces o compartimentándolas dentro de sus células; y la capacidad de regenerarse rápidamente, haciendo rebrotar rápidamente los brotes y formar raíces a partir de sus tallos existentes.
Es difícil determinar con certeza cuántos días permaneció sumergida la rosa. Se estima que duró entre dos semanas y un mes después del huracán Katrina, según Matt Rowe, portavoz del Cuerpo de Ingenieros del Ejército del distrito de Nueva Orleans. Rowe señaló que el diluvio probablemente incluyó una combinación de lluvia, marejada ciclónica del océano cercano y agua de los humedales. Martin dijo que para ella el mensaje de la supervivencia de la planta es personal. "En el fondo, creo que mis padres querían dejarme algo", contó a CNN.
La rosa que inundó los jardines
Cuando la noticia de que la rosa había sobrevivido al huracán Katrina llegó al Dr. William C.Welch, profesor y horticultor paisajista de extensión emérito de la Universidad Texas A&M y autor de varios libros sobre rosas antiguas y jardinería tradicional, se le ocurrió la idea de apoyar un fondo de restauración previamente establecido por The Garden Club of America y trabajó con jardineros y viveros locales para propagar y vender la planta.
La popularidad de esta resistente planta "Peggy Martin" creció rápidamente. Ahora, unos 20 años después, la rosa que resistió la brutal fuerza del huracán Katrina se convirtió en un elemento fijo en los jardines y un símbolo de fuerza y resiliencia. La historia de la rosa Peggy Martin apareció en libros de jardinería y en un libro infantil .
Si bien es difícil determinar exactamente cuántas rosas que llevan el nombre "Peggy Martin" existen actualmente (Greg Grant, horticultor del condado de Smith estima que podría haber entre cientos de miles y millones), todas comenzaron como simples esquejes que Welch tomó del jardín de Martin.