Alejarse del celular, aunque sea por poco tiempo, puede ser más saludable de lo que imaginamos. Un estudio conjunto de las universidades de Heidelberg y Colonia reveló que restringir el uso del dispositivo únicamente a llamadas básicas durante tres días genera un verdadero “reinicio cerebral”, con efectos positivos en la atención, la productividad y la estabilidad emocional.
La investigación se llevó adelante con 25 jóvenes de entre 18 y 30 años, quienes debieron limitar sus teléfonos a tareas laborales y llamadas, dejando de lado redes sociales y aplicaciones de entretenimiento. Antes y después de esas 72 horas de desconexión, los participantes fueron sometidos a pruebas psicológicas y a resonancias magnéticas mientras se les mostraban estímulos vinculados al uso del celular.
Los especialistas comprobaron que, tras el período de pausa digital, se reorganizaron ciertas conexiones neuronales, favoreciendo la concentración y una mejor regulación emocional. Según los investigadores, el uso intensivo de smartphones activa circuitos cerebrales relacionados con la dopamina y la serotonina, neurotransmisores asociados a la adicción. Por eso, reducir su influencia ayuda a prevenir problemas de dependencia y trastornos emocionales, sobre todo en los más jóvenes.
Este hallazgo se suma a advertencias previas: en 2023, Oxford University Press introdujo el término brain rot para describir el deterioro cerebral asociado al uso excesivo de pantallas.
Más allá del cerebro: beneficios cotidianos
El descanso del celular también mostró impactos prácticos. Quienes participaron experimentaron:
- Menos interrupciones: lograron completar tareas con mayor eficiencia y concentración.
- Reconexión con lo offline: leer, caminar, cocinar o practicar deportes ganaron espacio frente a la rutina digital.
- Más creatividad: la mente procesó ideas sin estímulos constantes de notificaciones.
- Vínculos más profundos: al priorizar el cara a cara, las relaciones se volvieron más significativas.
- Mejor gestión del tiempo libre: se eligieron actividades que aportan bienestar real.
Una pausa necesaria
Los investigadores remarcan que incluso una desconexión breve puede marcar la diferencia: menos de una semana sin redes y notificaciones es suficiente para recuperar el foco, reducir la sobrecarga de estímulos y mejorar la calidad de vida.
En tiempos de hiperconexión, la receta parece simple: dejar el celular de lado, aunque sea por tres días, puede ser la clave para un cerebro más sano y una rutina más equilibrada.