En la Argentina, el Estado se organiza en tres poderes: Ejecutivo, Judicial y Legislativo. Este último se integra por la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores, ámbitos donde se proponen, discuten y sancionan las leyes, y se desempeñan numerosos actos de control. Los diputados de la Nación trabajan en la llamada Cámara Baja: son los representantes directos del pueblo en el Congreso y deben defender los intereses de quienes los eligieron. Su salario se denomina dieta y el importe bruto ronda los $ 5 millones, según la información de marzo disponible en el portal oficial.
La Cámara de Diputados se compone por 257 bancas que se renuevan cada dos años por mitades. Cada legislador tiene un mandato de cuatro años y puede ser reelegido de manera indefinida. Los representantes se eligen por sistema D'Hondt en cada distrito electoral, es decir, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tucumán tiene nueve bancas, cuatro de las cuales se renuevan en los comicios del mes próximo. Se trata de los asientos de Elia Fernández, Agustín Fernández, Paula Omodeo y Roberto Sánchez.
Su misión principal es legislar: proponer, debatir y aprobar leyes que regulen aspectos clave de la vida social, desde la educación y la salud hasta la economía y los derechos humanos. Además, son responsables de controlar al Poder Ejecutivo, revisar el presupuesto nacional y analizar si el gasto público se ajusta a lo que dicta la ley.
Para cumplir su cometido, el diputado debe asesorarse, investigar, comparar legislaciones, asistir a las reuniones de comisión y ser partícipe de las sesiones del pleno, como así también comprometerse con su voto conforme a sus convicciones.
Funciones que impactan en la vida diaria
Más allá de las sesiones que se transmiten en directo desde el Congreso, el trabajo de un diputado incluye actividades menos visibles pero igualmente importantes. Los legisladores reciben proyectos impulsados por la ciudadanía, impulsan consultas populares y participan en comisiones donde se discuten temas específicos.
Otra tarea de peso es la fiscalización. Según la Constitución, los diputados pueden acusar al Presidente o a funcionarios del Ejecutivo si consideran que cometieron irregularidades. En esos casos, la Cámara de Diputados funciona como una suerte de fiscal que eleva la acusación al Senado, que es quien juzga.
Pero su rol no se agota en el control y la elaboración de leyes. Los diputados también deben escuchar a los ciudadanos y canalizar sus demandas en propuestas concretas.
Cuánto gana un diputado nacional
La última dieta informada por la Cámara de Diputados (correspondiente a marzo de 2025) asciende a $ 4,7 millones a lo que se suma un monto por gastos de representación de $ 350.000. Esto quiere decir que cada diputado nacional percibe al menos una remuneración bruta de aproximadamente $ 5 millones de pesos al mes. Tras las deducciones correspondientes, que incluye el Impuesto a las Ganancias, el monto en mano ronda los $ 4 millones.
La dieta se calcula sobre la base del sueldo de un director del Congreso de la Nación (categoría 1) al que se le suma un 20%.
Los diputados que viven a más de 100 kilómetros de distancia de la Capital del país, como es el caso de los de Tucumán, perciben un importe en concepto de desarraigo, que equivale al 14,2% del salario. Este monto adicional por desarraigo es no remunerativo lo mismo que el extra por movilidad, que consiste en una oferta de sumas fijas, y de tramos terrestres y aéreos a elección de cada representante del pueblo. Los diputados no reciben aguinaldo.