Propietarios de casas turísticas construidas en la zona de La Quebradita, en Tafí del Valle, manifestaron que en las últimas semanas sufrieron robos, hurtos y vandalizaciones en sus viviendas durante su ausencia. El jefe de la comisaría de Tafí del Valle les recordó la importancia de realizar las denuncias correspondientes para poder identificar a los delincuentes y mejorar el sistema de prevención delictiva de la villa turística.

Los veraneantes consultados por LA GACETA coincidieron en señalar que sufren dos tipos de hechos de inseguridad. Robos y ataques vandálicos. “Se llevan cosas que pueden sustraer porque están al alcance. Pueden ser mangueras, monturas o plantas”, contó Luciana Medina. “También hay otros que hacen daños nomás. Rompen los alambrados para que pasten sus animales o, directamente, se divierten rompiendo vidrios de las ventanas”, añadió la mujer que veranea desde hace más de 10 años en la villa turística.

Casas sin gente

Los damnificados dijeron que los hechos ocurren con mayor frecuencia durante la temporada baja de turismo ya que el movimiento disminuye considerablemente. Al no poder subir seguido durante el año, los ladrones aprovechan la soledad y tranquilidad de la zona e irrumpen en los domicilios.

Carlos tiene una casa de verano en la zona hace aproximadamente 25 años. Contó que en todo este tiempo sufrió alguno que otro robo menor, pero que sí le vandalizaron su propiedad en reiteradas oportunidades. “La última vez que me robaron fue entre mayo y junio. Nos olvidamos de una ventana mal cerrada después de Semana Santa, los ladrones vieron la oportunidad y se metieron. Por suerte solamente se llevaron ropa de cama, algunas almohadas y mantas. Cuando volvimos la segunda semana de junio nos dimos con esa desagradable sorpresa”, dijo.

El jubilado también contó que hace un tiempo dejó de invertir en la fachada de su casa ya que los malvivientes la arruinaban constantemente. “Era muy frustrante llegar y ver que te habían arrancado las plantas o sacado las lámparas de los focos de afuera. Al principio los reponíamos, pero con los años te genera bronca y dejás de hacerlo. Es triste que pase eso porque sentís que la casa pierde su belleza; tengo conocidos que tenían adornos de vidrios en las paredes y también tuvieron que reemplazarlos porque cada vez que subían los encontraban rotos”, agregó.

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Generalmente los casos se conocen por la información que suben las víctimas en las decenas de grupos de WhatsApp que crearon los residentes ocasionales. “Ahí nos ponemos al tanto de todo. Es típico que esto ocurra en esta época porque no hay mucho movimiento turístico. Lo mismo pasa con el viento zonda. Esta red social sirve para ver si las casas sufrieron daños”, añadió Luciana.

Falta de denuncias

Los damnificados reconocieron que no hacen la denuncia correspondiente por dos razones: no creen que la Policía actúe porque son delitos menores o directamente, porque hacerla significa todo un esfuerzo. “Hay que subir, evaluar lo que te robaron y hacer la presentación. No voy a descansar porque no tengo tiempo, mirá si haré un viaje para denunciar que me robaron una manguera”, señaló Federico.

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Otro aspecto que incide al momento de elegir no denunciar es el tiempo que transcurre entre el vandalismo y el momento en el que los damnificados toman conocimiento de lo sucedido. “A veces pasan semanas hasta que uno puede subir otra vez, sobre todo en estas fechas para quienes somos padres porque tenemos un calendario bastante movido. Capaz vamos por última vez en las vacaciones de invierno y después subimos con menos frecuencia; en esos días te vandalizan la casa pero no sabés hace cuánto tiempo fue ni si fue una o varias veces que entraron”, dijo Pablo Quintana.

“Ese es el otro problema: al no haber una denuncia, la Policía no sabe lo que está sucediendo y mucho menos puede detener a los autores. Hay que tener cierta responsabilidad para que a otros no les pase lo mismo”, aseguró el abogado Gustavo Herrera.

Sin registros

En el mismo sentido opinó el jefe de la comisaría de Tafí del Valle, David Jesús Juárez. “Nosotros no tenemos ningún registro de que hayan ocurrido robos en la zona de La Quebradita, si la gente no denuncia nosotros no estamos al tanto de lo que pasa”, indicó. “La denuncia es lo más importante porque así se puede investigar y recuperar los elementos sustraídos. No importa si es algo menor, sea un robo, un hurto o un daño pequeño, a nosotros nos sirve para poder tomar cartas en el asunto”, sostuvo.

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El comisario explicó que conocer las zonas donde hay crímenes les permite armar un mapa delictivo y poder disponer de manera eficiente los recursos policiales. “En el último tiempo aumentamos los recorridos nocturnos porque es el horario en el que mayormente la gente realiza este tipo de delitos. Con las denuncias podremos saber qué lugares hacen falta reforzar, es por eso que les pedimos su colaboración. Entendemos que a veces sienten que es una pérdida de tiempo pero no es así; por eso los invitamos a que se acerquen en cualquier momento del día, siempre habrá alguien para recibirlos, y si tiene fotografías o algún testigo será de gran ayuda para esclarecer los casos”, reiteró Juárez.