La conocida exmodelo y empresaria Anamá Ferreira protagonizó un tenso y sorprendente episodio de inseguridad el pasado sábado por la noche en el barrio porteño de Recoleta, pero su reacción fue todo menos convencional. Lejos de quedarse paralizada, persiguió a un delincuente que le había arrebatado la cartera a su amiga y, con la ayuda providencial de tres repartidores, logró reducirlo y recuperar las pertenencias. Pese a la peligrosidad de la situación, Anamá afirmó rotundamente: “No me arrepiento para nada”.
Cómo saber si una aplicación puede robar tus datos personales en el celularEl hecho delictivo, que ocurrió a horas de la noche mientras se dirigía a un evento, culminó con la recuperación de la valiosa cartera de su amiga. Aunque advirtió que no es una acción recomendable, dada la imprevisibilidad de los delincuentes, su instinto y un poco de coraje la llevaron a actuar con una determinación admirable, lo que generó un gran impacto en las redes y medios de comunicación.
Una temeraria persecución en la calle por parte de Anamá Ferreira
Anamá relató que se encontraba yendo a un show con una amiga cuando, de manera abrupta, un hombre le arrebató la cartera a su acompañante. Sin dudarlo un instante, la exmodelo salió corriendo detrás del ladrón “como una loca, a los gritos”, demostrando un valor inusitado en plena vía pública. Su amiga, con problemas en un pie, no pudo seguirla en la persecución, dejando a Anamá al frente de la situación.
La vedette no dudó en arriesgar su vida para enfrentarse al malviviente que intentaba huir con la cartera, que resultó ser de la prestigiosa marca Chanel. A pesar de ir en tacos, su "instinto" la llevó a actuar, aunque luego reflexionó sobre el peligro de no saber si el delincuente portaba un arma o un cuchillo.
La ayuda y la reflexión de Anamá
Afortunadamente, tres repartidores que se encontraban trabajando en la zona acudieron en su ayuda, colaborando para reducir al delincuente y recuperar el objeto sustraído. La famosa reconoció que, aunque los "deliverys" le pegaron al ladrón, ella misma fue apartada por uno de ellos que le dijo "Ya está, Anamá, ya está". La policía fue alertada, pero, según el relato de Ferreira, no llegaron al lugar, por lo que finalmente soltaron al sujeto.
La heroina de la historia, aunque no recomienda imitar su accionar por los riesgos que conlleva, manifestó que no se arrepiente de su reacción, incluso bromeó diciendo que estudiará más técnicas de reducción porque practica boxeo. Su experiencia resalta la frustración ciudadana ante la inseguridad, llevando a actos de "justicia por mano propia" aunque reconoció que "no está bueno" agredir a una persona.