La ONU declaró oficialmente una hambruna en el norte de Gaza, la primera de este tipo en la región. La Clasificación Integrada de la Fase de Seguridad Alimentaria (CIF), una agencia de la ONU, informa que 500.000 personas enfrentan condiciones "catastróficas" caracterizadas por inanición y muerte.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, culpó a las acciones del gobierno israelí por la hambruna y sugirió que las muertes por inanición podrían constituir crímenes de guerra, señalando que "usar la inanición como un método de guerra es un crimen de guerra".

El director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, hizo eco de este sentimiento y declaró que la hambruna era prevenible, pero que los alimentos se acumularon en las fronteras debido a la obstrucción sistemática por parte de Israel. El secretario general de la ONU, António Guterres, describió la situación como un "desastre hecho por el hombre" y un "fracaso de la humanidad".

Las reacciones de Israel

Israel respondió rápidamente a la declaración al negar rotundamente que haya una hambruna en Gaza. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel desestimó el informe como parcial y basado en "mentiras de Hamas". También afirmó que más de 100.000 camiones de ayuda ingresaron a Gaza desde el inicio de la guerra, los mercados están abastecidos y los precios de los alimentos están bajando. Israel acusó a Hamas de saquear la ayuda humanitaria y a las organizaciones de ayuda de no distribuirla de manera efectiva, mientras que Hamas niega estas acusaciones.

La declaración de la hambruna se produjo después de meses de advertencias sobre la creciente inseguridad alimentaria en Gaza. La CIF afirma que una hambruna se declara cuando al menos el 20% de los hogares enfrentan una escasez extrema de alimentos, el 30% de los niños menores de cinco años sufren desnutrición aguda y dos de cada 10.000 personas mueren de hambre diariamente. 

La situación es resultado de la escalada del conflicto, los desplazamientos masivos y las restricciones al acceso a los suministros alimentarios. Si bien Israel controló inicialmente la entrada de ayuda, luego permitió cantidades limitadas, lo que resultó en una grave escasez. Las organizaciones de ayuda sostienen que Israel impone restricciones excesivas, lo que dificulta la distribución de ayuda en medio del conflicto en curso.