Cientos de jubilados, personas con discapacidad, familiares y trabajadores del sector participaron de una jornada de protesta federal que se replicó en Tucumán y en distintos puntos del país. La convocatoria tuvo como eje exigir a los diputados nacionales que rechacen los vetos del presidente Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad y al incremento de las jubilaciones.

La principal movilización se concentró en la Ciudad de Buenos Aires. Desde el mediodía, empleados estatales interrumpieron sus actividades y se sumaron frente al Congreso junto a organizaciones sociales y referentes del sector. Pasadas las 17, tras la votación que dejó sin efecto el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad, los manifestantes celebraron la medida que garantiza la actualización de asignaciones y prestaciones. “Son derechos humanos, son derechos adquiridos”, expresó una de las presentes ante la prensa. Y agregó: “Esto tiene que ser reafirmado por los senadores”.

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Sin embargo, horas más tarde, cerca de las 20, el panorama cambió: la Cámara de Diputados no logró reunir los dos tercios necesarios para dejar sin efecto el veto al aumento jubilatorio, por lo que la decisión del Poder Ejecutivo quedó firme.

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Las acciones de protesta habían comenzado la noche anterior con una vigilia en Plaza de Mayo. Bajo la lluvia, familiares y personas con discapacidad encendieron velas y levantaron pancartas con consignas como “No al ajuste” y “El veto nos condena”. Frente a la Casa Rosada, colocaron quince sillas de ruedas vacías como símbolo del impacto del recorte. “Estamos sufriendo mucho las familias que tenemos hijos con discapacidad. No se trata de números, se trata de dignidad”, sostuvo una madre integrante de la asociación Unidos por la Alegría.

“No somos números”

En Tucumán, la movilización se concentró en plaza Independencia al mediodía. Allí, Miriam Jaure, profesora de educación física en Yerba Buena, advirtió sobre la delicada situación de los centros educativos terapéuticos. “Venimos dejando nuestro lugar de trabajo, donde somos indispensables para una tarea educativa esencial”, explicó a LA GACETA. Detalló que en su centro algunos estudiantes logran insertarse en escuelas comunes, mientras que otros dependen exclusivamente de este tipo de instituciones.

TUCUMÁN: La concentración fue en plaza Independencia ayer al mediodía.

“Es su escuela de vida, su único recurso. No pueden llegar porque no están habilitados los transportes, y cuando pueden, enfrentan dificultades con la renovación de sus carnets o conseguir un turno”, remarcó. También recordó que, pese a que la Constitución asegura derechos para las personas con discapacidad, la práctica muestra retrocesos. “Actualmente, más del 12% de la población necesita que un gobierno consciente y responsable se ocupe de lo que ha prometido en campaña. No somos números, somos personas”, reclamó.