Los volcanes del corazón de la Cordillera de los Andes registraron un pico en su actividad que llevó a elevar las alarmas técnicas a nivel amarillo la semana pasada. El Complejo Volcánico Laguna del Maule, ubicado entre las provincias de Neuquén y Mendoza, demostró un notable incremento en su movimiento sísmico durante el mes de julio.
Un segundo volcán se activa y Argentina declara alerta amarillaLas autoridades argentinas, a través del Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) y el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV), junto a sus pares chilenos, detectaron más de 11.000 eventos volcánico-tectónicos (VT) durante julio.
Estos sismos, que indican fracturas de rocas en el interior del volcán, se concentraron principalmente en el sector chileno, en zonas como Troncoso y Las Nieblas, aunque también hubo actividad en el este del complejo. Sus localidades más cercanas incluyen Cochico y Barrancas en Neuquén, y Las Loicas, Bardas Blancas y Malargüe en Mendoza, abarcando también el importante paso internacional Pehuenche.
Un mes de gran intensidad
El sismo de mayor magnitud alcanzó 3,7, localizado a 10,2 km al oeste-suroeste del centro de la laguna y a 5,4 km de profundidad. Además de los sismos, se registró un aumento en los eventos de largo período, aunque estos con baja energía, y una marcada deformación del terreno, medida por la red de estaciones GNSS (Sistema Global de Navegación por Satélite). Se observaron tasas de 4,2 cm por mes en dirección vertical y 2,1 cm por mes en horizontal desde mediados de mayo, lo que refleja una intensificación de la actividad interna.
Sin embargo, y para la tranquilidad de los ciudadanos, los análisis de imágenes satelitales y cámaras de monitoreo no muestran evidencia de cambios morfológicos ni actividad superficial relacionada. Tampoco se detectaron anomalías térmicas. "Con el escenario actual, se descarta la posibilidad de un proceso eruptivo inminente", señalaron desde el informe del Gobierno nacional, aunque reconocen que el complejo se encuentra "por encima de su nivel de base de actividad".
La prevención, clave para la tranquilidad
Como parte de los protocolos de seguridad, se recomendó establecer una zona de restricción de 2 km de radio alrededor del centro de desgasificación pasiva de CO2, ubicado en territorio chileno, pidiendo a la población evitar acercarse a esta área. La coordinación entre el OAVV, el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS) de Chile, las autoridades provinciales, la Agencia Federal de Emergencias (AFE) y el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) es constante, asegurando un monitoreo permanente de la situación.
El Complejo Volcánico Planchón-Peteroa, también situado en el sur de Mendoza, dentro del Departamento de Malargüe y en el límite internacional con Chile, también mantiene su nivel de alerta técnica en Amarillo desde el 18 de julio. En este caso, la medida se adoptó luego de detectarse un aumento sostenido en la actividad sísmica asociada al movimiento de fluidos internos, principalmente a partir del 10 de julio. Este complejo ocupa el puesto N°2 en el Ranking de Riesgo Volcánico nacional, dada su cercanía con centros poblados y áreas turísticas.
Desde el organismo nacional afirmaron que continuarán monitoreando de manera permanente la actividad del Complejo.