Dormir bien es esencial para mantener un buen estado de salud. Un descanso interrumpido o de mala calidad puede tener consecuencias tanto en el corto como el largo plazo. Curiosamente, no todas las personas saben cómo descansar correctamente ni cómo mejorar las condiciones de su sueño. Un buen inicio es conocer cuáles son las etapas del sueño, para intentar aprovechar todo el momento posible.
Los cuatro alimentos que combaten el insomnio: qué cenar para dormir mejorLa Fundación del Corazón citó un estudio del European Heart Journal. Este afirma que las personas con problemas para dormir tienen el triple de posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca que los que duermen más. “El insomnio aumenta los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca”, destaca.
Por eso es importante tener un sueño adecuado. Cuando descansamos, el cuerpo puede relajarse y se potencia la producción de hormonas que benefician el cuerpo y contrarrestan los efectos de las hormonas del estrés. La melanina y serotonina, por ejemplo, también están relacionadas al bienestar y la felicidad. “La falta de sueño provoca una liberación aumentada y sostenida de las hormonas del estrés”, señala la Fundación del Corazón.
Las fases del sueño: cuántas horas de sueño necesitamos
Lograr conciliar el sueño de forma correcta implica en total cuatro fases, cada una señalada por una característica diferente, así como también por diferentes acondicionamientos del cuerpo. Aunque es importante tenerlas en cuenta para saber cuándo descansamos mejor, no hay un acuerdo fijo sobre la cantidad de horas que debemos dormir por día.
La primera fase es la conciliación o adormecimiento. Tiene una duración breve, que puede tomar unos 10 minutos. La actividad muscular y cerebral empiezan a disminuir y se inician los movimientos oculares lentos. Inmediatamente después, la segunda fase ofrece un sueño más ligero así como un ritmo cardíaco más lento. Despertarse en esta etapa implica que probablemente no recordemos haber dormido.
La tercera fase es la transición hacia el sueño profundo en la que el bloqueo sensorial se intensifica. Dura solamente dos a tres minutos y despertarse en esta etapa puede producir confusión. En ella empieza la recuperación del cuerpo.
Por último, la cuarta etapa, también conocida como sueño delta o del sueño REM, es en la que el cerebro se encuentra más activo. Los ojos inician movimientos rápidos y podemos empezar a soñar. Es la etapa fundamental para la recuperación de las moléculas y, despertarnos en medio de la etapa REM puede llevarnos a recordar lo que soñamos.
En definitiva, no se puede controlar cuántas horas de sueño REM tenemos cada vez que dormimos, ya que todas las fases se producen de forma cíclica. Por eso los especialistas recomiendan dormir aproximadamente siete horas por noche, para dar lugar a la suficiente ocurrencia de todas las etapas.