Son una arma electoral tan utilizada como controvertida, e incluso motivaron fallos judiciales que generaron precedentes a nivel nacional. Pero, más allá de los antecedentes y de las polémicas, las candidaturas testimoniales volvieron al centro de la discusión de cara a los comicios del 26 de octubre. ¿Cuáles son los pro y los contra de esta estrategia?
La oposición local no tardó en reaccionar con duras críticas tras el acto de lanzamiento de la lista oficial “Primero Tucumán”, que estará encabezada por el gobernador Osvaldo Jaldo, y que tendrá al senador Juan Manzur y al vicegobernador Miguel Ángel Acevedo como primer y tercer suplente, respectivamente.
Desde el oficialismo rápidamente salieron al cruce de los cuestionamientos. Por ejemplo, el fiscal de Estado adjunto, Raúl Ferrazzano, reafirmó que Jaldo “tiene el derecho político y constitucional de presentarse como candidato”. “La ley lo ampara, la jurisprudencia lo respalda”, dijo.
De hecho, uno de los precedentes judiciales más relevantes en esta materia data de 2009, cuando la Cámara Nacional Electoral, entonces integrada por Santiago Corcuera, Rodolfo Munné y Alberto Dalla Via, avaló -en un fallo dividido- las testimoniales de Daniel Scioli (hoy funcionario de Javier Milei, pero en ese momento gobernador bonaerense por el kirchnerismo) y de Sergio Massa (ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner). En el voto mayoritario, el tribunal marcó que “frente a la expresa pretensión de acceder al cargo por el cual compiten, manifestada por los candidatos cuestionados, es de toda evidencia que no puede exigírsele a la Justicia desentrañar las intenciones, propósitos o planes íntimos de quienes se presentan al electorado requiriéndoles el voto”. “Tal especie de ‘control preventivo’ de las conductas futuras de quienes puedan resultar electos es […] inimaginable en un Estado de Derecho”, señaló la CNE.
En esos tiempos, los oficialismos provinciales también utilizaron de forma recurrente esta herramienta. Por caso, el alperovichismo recurrió en diversos comicios -tanto de orden nacional como provincial- a algunas de sus figuras más reconocidas para alcanzar cargos legislativos, luego ocupados por los suplentes. Luego lo hizo el manzurismo, también en comicios de medio término. Y en cada experiencia dio réditos electorales, dado que los armadores del PJ se aseguraron el trabajo de todos los “compañeros” en el territorio.
Pero también hay ejemplos recientes entre la oposición, con la postulación testimonial del ex intendente Germán Alfaro en 2021 (el escaño obtenido por el frente JxC fue para Beatriz Ávila). Y Ricardo Bussi, aliado de los libertarios en 2023, decidió quedarse en la Legislatura provincial por pedido de Javier Milei, cediendo su lugar en la Cámara de Diputados a Gerardo Huesen (hoy miembro del bloque de LLA).
Lejos de ser un atributo tucumano, las testimoniales aparecen en distritos de todo el país. Y en este 2025 electoral, oficialistas y opositores de distintas localidades bonaerenses recurrirán a funcionarios con cargo ejecutivo para competir en las legislativas del 7 de septiembre.
El especialista en derecho electoral, Pablo Cazabán, anticipó que probablemente esta práctica se vea acentuada en Argentina como “una consecuencia no querida” por la implementación de la Boleta Única Papel (BUP). “Los candidatos conocidos o instalados tienen una ventaja con respecto a los eventuales competidores”, explicó el docente. Y marcó que la normativa nacional no prevé sanciones para estos casos, a diferencia de la legislación electoral de Mendoza, donde se inhabilita la siguiente candidatura del postulante que declina de asumir en el cargo obtenido. “Es una manipulación legal, pero manipulación al fin. Además, puede que no sea ilegal, pero de todos modos resulta ilegítimo, porque se estaría defraudando la voluntad popular”, añadió.
Y marcó que, si bien las candidaturas testimoniales “claramente rinden en lo electoral, porque tienen frutos positivos”, a la vez “generan un dilema ético”. “La democracia supone, entre otras cosas, un contrato de confianza”, añadió el abogado mendocino.
El analista político Carlos Germano afirmó que, en algunas provincias, existen “más espacios para que este tipo de temas no tengan efectos políticos perjudiciales”. Pero advirtió que, de todos modos, existen consecuencias por esta práctica. “Allí se empieza a entender por qué cuatro de cada 10 argentinos hasta ahora no fueron a votar”, señaló, en alusión a las contiendas celebradas en diferentes distritos del país. Y, respecto a la no participación -en especial, entre menores de 40 años-, indicó que “tiene que ver con el futuro, con la previsibilidad que hoy la dirigencia política no está brindando” a esos ciudadanos.
“Hay un sector importante de la sociedad que no se siente contenido por el gobierno de Milei; y a la vez, desde el principal partido opositor (a nivel nacional), que es el peronismo, se sigue planteando exactamente lo mismo, sin ningún tipo de ideas nuevas ni autocríticas”, interpretó Germano.
“La base de la democracia son los partidos”
Enrique Romero, dirigente del peronismo antimileísta, expresó en una entrevista con LG Play que las candidaturas testimoniales “nacen en Chile, con aquellos que se presentaban para dar testimonio de oposición, pero no tenían posibilidades electorales de alcanzar una banca”. Y envió un mensaje a “todos esos muchachos nucleados en La Pobreza Avanza”. “La base de la democracia son los partidos políticos, no los candidatos”. “Lo que ha conformado el PJ, con el frente Primero Tucumán, es confrontar dos proyectos”, lanzó Romero. Y cargó contra Javier Milei: “no ha hecho ninguna obra desde que ha asumido”.