Mientras la fiscalía continúa intentando avanzar con el esclarecimiento de la muerte de Daniel Fernández Lima, hablaron los abogados de Cristian Graf, el principal sospechoso por la muerte del joven de 16 años. El abogado del hombre, Martín Díaz, sostuvo que cree en la inocencia de su cliente.

Cristian Graf se presentó ante la Justicia por el homicidio de Diego Fernández Lima

“Dejen trabajar –pidió a los medios–. El trabajo que ha hecho el equipo de antropología es excelente. Confiamos en el fiscal, el doctor Martín Díaz, que está realizando indagaciones. Estamos también en la búsqueda de la verdad”, anticipó en un discurso en el que puso en duda las acusaciones que se están dirigiendo en contra de Graf.

A la consulta sobre si Graf conocía el lugar en el que se encontraba el cuerpo, Díaz fue categórico: “Nunca lo supo. No lo sabía”. También discutió las declaraciones que se adjudicaron a los albañiles de la casa lindera. Según trascendió, los trabajadores habrían visto a Graf intentando impedir o distraer las actividades de los constructores, sobre todo cuando se acercaban a la zona en la que se encontró el cadáver.

El abogado de Cristian Graf

Hasta ayer a la tarde-noche, la defensa de Graf no había sido notificada sobre la indagatoria que solicitó el fiscal Martín López Perrando. “Por ahora no hay ninguna imputación, no fue notificado de ninguna causa, con lo cual él está haciendo una presentación a derecho por propia voluntad”, declaró el abogado.

“Él en este momento no puede llegar a quedar detenido por ningún tipo de imputación por la prescripción de la acción penal del artículo 62 del código penal”, declaró Díaz. Así, intentó quitarle responsabilidad al actual dueño de la casa en la que se encontraron los restos de Fernández Lima. Según informó el abogado, la casa habría sido heredada de sus padres.

Desde la familia, también negaron un intento de ocultar el hallazgo informando que ellos mismos hicieron la llamada al 911 para dar aviso. La vivienda tenía una medianera natural y los restos podrían haber sido trasladados allí luego del crimen. Graf, además de ser el dueño de la propiedad, es un ex compañero de la víctima.