MADRID, España.- Mientras España y Portugal aún luchan sin descanso contra el fuego, que se acerca peligrosamente a las ciudades, otros países -como Francia e Italia- logran controlar los incendios más graves. Pero las llamas aún arrasaban ayer decenas de miles de hectáreas en el sur de Europa, en Grecia, Turquía y Albania, impulsadas por una intensa ola de calor y una prolongada sequía, fenómenos que los expertos vinculan a los efectos del cambio climático.

Siete personas resultaron heridas ayer, y cuatro de ellas se encuentran en estado crítico, en Castilla y León, una de las regiones españolas más afectadas por los incendios que arden desde hace varios días en el país y que ya se han cobrado dos vidas.

También es más preocupante la situación en Galicia, donde unas 11.500 hectáreas ya han sido destruidas por las llamas. En la provincia de Ourense, los bomberos no lograban controlar un gran incendio.

Más de 8.000 personas han sido evacuadas en Castilla y León. En esa región, un voluntario de 35 años perdió la vida el martes, cuando luchaba contra el fuego.

El noroeste del país concentra la mayoría de los 15 grandes incendios que preocupan a los bomberos y a las autoridades y, según el presidente de Galicia, Alfonso Rueda, cada día se extinguen 30 incendios en esta región.

El tráfico de trenes de alta velocidad se ha interrumpido entre Madrid y Galicia por un fuego próximo a la infraestructura, dijo el administrador de la red ferroviaria.

Viento

Además de la ola de calor, que podría prolongarse hasta el lunes próximo, las fuertes ráfagas de viento acentúan la preocupación.

La vecina Portugal destinó 2.200 bomberos, apoyados por una veintena de medios aéreos, para luchar contra cinco incendios en el norte y el centro del país. El gobierno prolongó hasta mañana las medidas preventivas, por al aumento del riesgo asociado a las altas temperaturas.

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El resto de Europa también sufre bajo los efectos de la ola de calor, la sequía y el fuego. Varios focos de incendio en Reino Unido y en algunos países de los Balcanes, se vieron avivados por ráfagas de viento, baja humedad y temperaturas extremas que superaron ampliamente los 40°C.

Miles de personas debieron ser evacuadas, pueblos enteros se encuentran rodeados por el fuego y numerosos países activaron mecanismos de cooperación internacional para enviar refuerzos humanos y aéreos.

En Grecia, los bomberos afrontan “las 24 horas más difíciles”. Hay 23 focos activos, uno de ellos cerca de Patras, tercera ciudad del país, y otros en zonas de difícil acceso.

Según Kostas Tsigas, presidente de la Unión de Oficiales de Bomberos, solo en la jornada anterior se registraron 82 nuevos focos, un número muy elevado que, sumado a los vientos de más de 80 km/h, la sequía y las temperaturas extremas, complica el trabajo de los equipos. Un total de 4.850 efectivos combaten las llamas con apoyo de 33 aeronaves. El país, donde se quemaron más de 20.000 hectáreas desde junio, pidió a la Unión Europea cuatro aviones cisterna.

Ola de calor, incendios y sequía en Europa

En Albania, un hombre de 80 años murió tras encender un fuego en su jardín que se propagó rápidamente a casas vecinas y dejó ocho heridos. El centro y sur del país sufren múltiples focos fuera de control. El ministro de Defensa, Pirro Vengu, dijo que es una “semana crítica” para la lucha contra el fuego.

En Montenegro, donde la situación mejoró, se confirmó la muerte de una persona. El jefe de la agencia de protección civil, Ljuban Tmusic, admitió que “los recursos que tenemos... claramente no son suficientes”.