Las estrellas enanas son estrellas de tamaño pequeño y pueden ser de diferentes tipos. Las enanas rojas son estrellas comunes de poca masa que se ven roja por su temperatura. Las enanas blancas son estrellas que agotaron su combustible (Hidrógeno y Helio), muy densas y de muy poco brillo. Siguen emitiendo alguna energía hasta que se enfrían por completo y se transforman en enanas negras. Estas sólo se pueden detectar por los efectos de su gravedad en objetos cercanos. Todavía no se han detectado.

Las enanas marrones son objetos que no se pueden considerar estrellas porque no producen reacciones nucleares. Sólo emiten radiación infrarroja. Se pueden observar con grandes telescopios que estén a más de 3000 metros de altura y con telescopios espaciales. Son objetos muy enigmáticos. Aunque se predijo su existencia en las década del 60, recién se pudieron ver en 1995. Todavía no se sabe mucho sobre los procesos que ocurren en su interior y tampoco cómo evolucionan hacia su muerte. Se cree que se enfrían hasta que no emiten más energía.

Recientemente un grupo de astrónomos de Estados Unidos y del Reino Unido propusieron la existencia de las enanas oscuras. Estas serían enanas marrones que se enfriaron, pero no todas finalizarían su vida como enanas oscuras.

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Para que el universo exista no es suficiente la materia que forma los objetos conocidos (estrellas, galaxias, planetas, etc.). Esa masa faltante es la materia y la energía oscura que aún no se han detectado. Este es un tipo de materia diferente que no emite energía y no interactúa con la materia ordinaria, pero si ejerce fuerza gravitatoria.

Los autores que proponen la existencia de enanas oscuras, suponen que este tipo de materia es necesaria para la existencia de las estrellas oscuras. Las enanas marrones son densas, por su fuerte gravedad, atraparían mucha materia oscura y por procesos físicos que solo pueden darse en esas condiciones, conseguirían la haya gran cantidad de materia oscura. El lugar más adecuado es el centro de las galaxias.

No es fácil detectarlas porque su brillo sería bajo y es difícil diferenciar una enana oscura de una enana marrón. Para diferenciarlas habría que usar alguna técnica como la espectroscopia para saber qué elementos químicos tiene.

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Como se dijo, hay que buscarlas en el centro de la galaxia, lo que es una gran ayuda porque se sabe en donde buscarlas, pero es una región difícil porque hay muchos objetos y mucho gas interestelar. Por el momento el Telescopio Espacial James Webb (JWST) sería el único adecuado para hacerlo por el bajo brillo de las mismas.

El modelo desarrollado por estos astrónomos tiene buenos fundamentos físicos, por lo que está siendo aceptado. Ahora hay que buscarlas. Un nuevo desafío para la astrofísica observacional.