En medio de una delicada situación económica, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que el tipo de cambio oficial en Argentina está atrasado y que, para corregir la sobrevaluación del peso, debería ubicarse por encima del techo previsto por las bandas cambiarias acordadas con el organismo. De esta forma, el informe del FMI lanza una señal clara al ministro de Economía nacional, Luis Caputo, en momentos en que la administración libertaria negocia un desembolso adicional de U$S2.000 millones.
En su "External Sector Report 2025", el Fondo reveló que el tipo de cambio real efectivo (REER) argentino estuvo sobrevaluado en un 18,9% durante 2024, lo que sugiere que el tipo de cambio nominal, que cerró ese año en $1.032 por dólar, no reflejaba los fundamentos macroeconómicos del país. Según los cálculos que surgen del informe, y considerando además la inflación acumulada hasta julio de 2025 (16,7% en total), el dólar oficial debería cotizar alrededor de $1.395 para alcanzar un nivel de equilibrio competitivo.
Este valor se ubica apenas por debajo del techo de las bandas cambiarias -actualmente en $1.400 y ajustándose al alza un 1% mensual-, lo que evidencia las limitaciones que impone ese esquema a la política cambiaria.
El sistema de bandas fue implementado en abril de 2025, con un piso de $1.000 que se reduce cada mes y un techo que crece gradualmente. En julio, el dólar oficial ronda los $1.300, lo que evidencia una creciente pérdida de competitividad externa.
Un mensaje cifrado, pero directo
Aunque sin mencionarlo de manera explícita, el FMI dejó claro que el techo de las bandas cambiarias es insuficiente para alcanzar los objetivos del programa acordado con el gobierno de Javier Milei. El organismo advierte que una política cambiaria más flexible es necesaria, no solo para corregir los desequilibrios externos, sino también para lograr el superávit de cuenta corriente del 1,4% del PBI y acumular reservas, dos de los compromisos centrales del Extended Fund Facility (EFF).
En la actualidad, las reservas netas del Banco Central (BCRA) están en rojo por más de U$S 6.000 millones, y el país no ha cumplido con la meta de acumulación de U$S 5.000 millones fijada para esta primera etapa del programa. Caputo intenta conseguir un nuevo desembolso de U$S 2.000 millones y un “waiver” (dispensa) por el incumplimiento, que podría tratarse en la reunión del directorio del FMI prevista para este viernes 25 de julio.
Sin embargo, la filtración de esa posible aprobación no logró calmar a los mercados: el riesgo país trepó a los 800 puntos básicos, reflejando la creciente preocupación por la falta de claridad en la política cambiaria y el estancamiento de las reservas, consignó el diario "Ámbito".
La gestión de Milei apuesta a mantener el tipo de cambio dentro de las bandas como una ancla antiinflacionaria. Sin embargo, la acumulación de inflación -con un IPC del 15,1% en el primer semestre y un 1,6% estimado para julio- está erosionando rápidamente esa estrategia. A la vez, la inflación de los socios comerciales ronda el 2,5% anual, lo que agrava aún más el atraso del tipo de cambio real.