Una frase de la secretaria de Energía de Santa Fe, Verónica Gesse, resumió el sentir de las provincias productoras de bioenergía frente al estancamiento del mercado argentino y la noticia de que Brasil volverá a elevar el corte de bioetanol en las naftas, llevándolo al 30%. “Nos estamos pegando un tiro en el pie”, exclamó la vicepresidenta de la Liga Bioenergética de las Provincias, al referirse al contraste entre las políticas de ambos países.
Mientras el gigante regional acelera su transición energética, el país mantiene en un 12% la mezcla con las naftas. El biodiésel tampoco escapa a esa realidad. “Hay una envidia no muy sana, digamos. Pero es con el resto del mundo. Además de la envidia, se podría decir que también da un poco de miedo, porque nosotros competimos con Brasil y Estados Unidos, y además les vendemos a India y a China materias primas, que necesitan sostener su precio gracias a la existencia de los biocombustibles”, expresó la funcionaria santafesina durante la cumbre realizada ayer en Tucumán, bajo el lema “Energía cultivada. El bioetanol en el desarrollo del NOA”.
“Si no hacemos lo mismo que esos países, nos estamos pegando un tiro en el pie. No es solo un tema energético, es un tema productivo. Y eso es parte de lo que hoy se quiso reflejar. No estamos hablando únicamente de energía -aunque ese sea el nicho donde se comercializan estos productos-, sino de evitar perjudicarnos en lo referido a los precios que se manejan globalmente. No podemos quedarnos tan retrasados, porque cualquier movimiento en el corte de Brasil o de Estados Unidos impacta en los precios de nuestra propia economía y, por ende, en los ingresos de dólares que tanto necesitamos”, se lamentó.
Los gobernadores del norte llaman a construir el “triángulo del azúcar”El encuentro sectorial reunió en el hotel Catalinas, en la capital, a representantes de las provincias azucareras del NOA, junto con las maiceras y sojeras (Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos), para analizar la actualidad de la agroindustria y el impacto en el norte, el país y otros mercados, como también los desafíos y oportunidades en el contexto de transición energética.
Estancamiento y ley
Así, en la jornada resonó el reclamo por un marco normativo que garantice previsibilidad, aumente el corte de biocombustibles y permita consolidar a la bioenergía como motor de desarrollo territorial. Todo ello contenido en el proyecto de ley que permanece –sin movimiento- en el Congreso nacional.
“Hoy tenemos una ley deficitaria, mala, y a la vez ni siquiera se cumple. El estado del sector de biocombustibles es de amenaza al deterioro permanente”, señaló Sergio Mansur, secretario de Energía de Córdoba, quien subrayó que ese escenario lleva a que la normativa sea modificada. “Después de casi 20 años de producción de biocombustibles, el balance es negativo”, añadió.
Tanto Gesse como Mansur coincidieron en que existe buena predisposición al diálogo por parte del gobierno de Javier Milei, pero que aún se requiere la decisión política definitiva para avanzar. “Lo que falta es tomar la decisión de manera contundente y dar un paso más, pero un paso que permita que el mercado se desarrolle, que haya reglas más claras y las economías regionales vinculadas a estos a estos dos biocombustibles puedan mantener un equilibrio, es decir, que ninguna decisión o una ley afecte nuestras economías”, expresó Mansur, quien también es presidente de la Liga Bioenergética, con referencia a las actividades de caña de azúcar y maíz para el bioetanol, y la soja para el biodiésel.
El subsecretario de Combustibles Líquidos de la Nación dio esperanzas por el aumento del corte de bioetanol en las naftasPero no todo es optimismo: la presión de sectores vinculados a los hidrocarburos, sumada al proyecto de La Libertad Avanza que propone una desregulación aún mayor del mercado, genera preocupación entre las provincias bioenergéticas, no solo en lo que respecta a la elaboración de bioetanol. También hay un choque de intereses en torno a la posibilidad de utilizar vehículos con motores flex en el país. “La traba es comercial, y está ligada seguramente a algún tipo de lobby que trasciende estrictamente lo automotor y alcanza al sector petrolero. Contar con vehículos flex sería una enorme oportunidad para poner en marcha cortes regionalizados. Tucumán podría autoabastecerse”, finalizó.
Uso de bioetanol: “Los autos eléctricos no son el camino a recorrer”
Oscar Rojo, representante de la compañía salteña Seaboard (ex Tabacal), afirmó que la producción de bioetanol “va a ocupar un lugar fundamental” dentro de la matriz energética de Argentina y consideró que las empresas del sector “están preparadas” para afrontar una posible desregulación del mercado.
En esa línea, apuntó que los industriales “abogan por una suba del corte (en la mezcla con las naftas, al 15%) y por un mayor uso y consumo de bioetanol para reducir las emisiones de derivados de petróleo”. “En pocos días, en Brasil van a cortar la nafta al 30%, lo que demuestra la potencialidad que tiene esta producción”, manifestó
“Los ingenios tenemos potencial, hay caña de azúcar suficiente que se puede volcar a la elaboración y venimos invirtiendo fuertemente en la producción, en almacenamiento y en logística. Estamos preparados”, expresó. El ejecutivo enfatizó que “hoy no hay ninguna limitación para ir al 15%, y un poco más”. “Los motores lo aceptan, están probados y funcionan”, añadió.
Cumbre del bioetanol: "Los autos eléctricos no son el camino a recorrer”Rojo insistió en la utilización del biocombustibles en el parque automotor nacional, siguiendo ejemplos como los de Brasil y Estados Unidos, a partir de los motores flex. “Quizás, no el modelo brasileño tal cual, con alcohol hidratado, pero sí mayores cortes, que alcanzan el 30%. En Estados Unidos, los motores Flex permiten mezclas de hasta un 85%”, señaló.
Con una postura crítica, afirmó que los vehículos eléctricos “no son el camino a recorrer”. “El rumbo, justamente, es con mayor cantidad de bioetanol (con autos flex). No hay ningún país que tenga realmente bien, bien desarrollado el mercado del auto eléctrico”, comparó. Y finalizó: “El punto clave está en preguntarse: ¿de dónde proviene la energía eléctrica que alimenta esos vehículos, cuando se genera a partir del carbón o el petróleo? ¿Cuál es el beneficio (ambiental) de los eléctricos. La emisión sigue siendo la misma. A eso hay que sumar la problemática de las baterías”.