Para el último vuelo de Space X, la tercera no fue la vencida. Después de dos intentos consecutivos infructuosos por convertir a la humanidad en una especie interplanetaria, las esperanzas de la compañía aeroespacial estaban puestas en el Vuelo 9 de Starship y aunque en un primer momento el pronóstico parecía alentador, pronto la nave explotó en pedazos.

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Este martes, Space X lanzó el noveno vuelo de prueba de otro prototipo de Starship, sin cumplir aún los tres meses de su anterior intento. La inmensa nave dedicada a conquistar el Planeta Rojo, logró alcanzar el espacio, sin embargo, tuvo un nuevo final accidentado. La nave, sin embargo, voló más lejos que sus dos intentos anteriores. Los viajes siete y ocho (ahora nueve también) fueron incapaces de repetir los éxitos de los vuelos de prueba precedentes.

Un despegue exitoso pero un final desalentador

Starship, el vehículo de lanzamiento más grande y poderoso jamás construido, despegó a las 5:36 p.m hora local desde las instalaciones de la compañía cerca de un pueblo del sur de Texas que a principios de este mes votó para convertirse en una ciudad también llamada Starbase.

Las primeras señales de problemas surgieron cuando el cohete Super Heavy de primera etapa encargado de propulsar el vuelo de Starship, explotó en lugar de ejecutar su aterrizaje planificado en el Golfo de México, indicó el diario británico The Guardian.

Starship se desintegró en el Océano índico

Aunque la nave voló más lejos que en sus dos intentos anteriores, tuvo fugas y comenzó a girar fuera de control mientras se desplazaba por el espacio en una trayectoria suborbital antes de reingresar a la atmósfera fuera de control y finalmente romperse. “Starship experimentó un desmontaje rápido y no programado”, publicó SpaceX en X y agregó que aprendería de este revés.

Los restos cayeron en el Océano Índico, lejos de zonas habitadas. SpaceX no pudo realizar varias pruebas planificadas durante el vuelo, como el despliegue de simuladores de los satélites Starlink de nueva generación y la evaluación de mejoras en el escudo térmico del vehículo.

Otro intento fallido

Sus dos últimos vuelos de prueba (en enero y marzo) se interrumpieron momentos después del despegue cuando el vehículo explotó en pedazos durante su ascenso. El tráfico aéreo en la zona fue desviado y, según informes, se pudieron ver restos del cohete desde países del Caribe y partes de Florida.

La Administración Federal de Aviación (FAA) aprobó el lanzamiento del martes la semana pasada, diciendo que SpaceX había abordado las causas de las fallas anteriores y no representaba un peligro para el público. “La FAA considera que SpaceX cumple con todos los rigurosos requisitos de seguridad, medioambientales y de otro tipo para la concesión de licencias”, afirmó la agencia.