La construcción de una sociedad democrática no debe limitarse al ámbito político: también debe reflejarse en las aulas, en los clubes, en las universidades. En toda forma de organización humana deberían existir consensos, votos y responsabilidades compartidas. Por eso, los comicios en Atlético, previstos para el 14 de junio, generan expectativa.

Aún no están confirmadas todas las candidaturas. Se espera que Mario Leito encabece nuevamente la agrupación oficialista Atlético de América, mientras que Vicente Parra se perfila como el principal opositor, al frente de Centenario. También suena el nombre de Roberto Zelaya, posible candidato por el Movimiento de Socios. Así, habrá que esperar las presentaciones oficiales para conocer cuáles serán las opciones que tendrán los socios.

Esta elección, que contará con alrededor de 3.000 electores, presentará una particularidad respecto de la anterior: las listas pasarán de tener 28 a 52 candidatos. ¿A qué se debe este cambio?

Desde la oficialización del nuevo estatuto se crearon nuevos organismos (12 subsecretarías y 18 departamentos) y se amplió la participación en otros ya existentes. Esta reestructuración exige que las listas estén integradas por más personas. Por ejemplo, la nueva comisión directiva estará compuesta por un presidente, tres vicepresidentes y 16 vocales, lo que implica cuatro vocales más que en la última elección. Según explicaron las autoridades del “Decano”, cada candidato deberá estar al frente de uno de los nuevos organismos, lo que obliga a una ampliación general de las nóminas.

Otra diferencia será la creación de la Junta Electoral Permanente, que comenzará a regir a partir de estas elecciones. Antes, este organismo se conformaba de manera ad-hoc, con cinco miembros titulares, y se disolvía una vez terminado el proceso. A partir de ahora, será elegido por los socios y mantendrá la misma cantidad de integrantes: cinco titulares y tres suplentes. En principio, esta modificación apunta a mantener un padrón actualizado de forma permanente y a controlar el funcionamiento de las agrupaciones, que actuarán como núcleos representativos de los socios. Es decir, funcionarán como una suerte de partidos políticos para dar continuidad a la vida institucional del club. “Queremos que se canalice el diálogo entre el oficialismo y las oposiciones. No queremos que un socio venga y diga: ‘soy opositor’. Queremos que tenga participación”, dijo un vocero de la actual CD.

El Tribunal de Ética y Disciplina también tendrá una ampliación: estará compuesto por cinco titulares y tres suplentes. Este órgano, además, presenta una particularidad: tres de sus integrantes (dos titulares y un suplente) deberán ser abogados. Una situación similar se dará en la Cuenta Revisora, que estará integrada por tres miembros, todos contadores.

“Buscamos que haya gente preparada. Queremos un mayor expertise en cada área, porque creemos que ese es el camino hacia un club mejor”, indicó la misma cuenta consultada.

El nuevo estatuto también contempla la inclusión de nuevos sectores dentro de la comisión directiva. La carta magna establece que la segunda fuerza que supere el 10 por ciento de los votos accederá a nueve cargos: dos vocales titulares, un suplente y un integrante titular y uno suplente en cada uno de los distintos organismos del club (la Cuenta Revisora, la Junta Electoral y el Tribunal).

“No aplicamos el sistema D’Hont, que reparte cargos de forma proporcional a los votos recibidos porque creíamos que el club se volvería ingobernable y surgirían demasiadas trabas para la toma de decisiones, pero queremos que los opositores tengan voz dentro de la CD”, señalaron.

Este apartado se modificará en 2028: el piso para que la segunda fuerza acceda a estos cargos subirá del 10 al 20% de los votos.

Las elecciones continúan su marcha. El sábado se definirá quiénes serán los integrantes de la Junta Electoral, que será la encargada de fijar el cronograma electoral. La participación, una vez más, será el motor de una institución que busca fortalecer su vida democrática.