Caminar es una actividad sumamente saludable de por sí. Son conocidos sus beneficios que van desde reducir el estrés hasta mejorar ampliamente tu salud cardiovascular. Pero hay una variación de este ejercicio que puede ampliar los beneficios significativamente: la marcha nórdica.

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Un estudio publicado en la Revista Canadiense de Cardiología en junio y citado por el medio Huffpost reveló que la marcha nórdica puede ser ventajosa para las personas con enfermedad coronaria. Los resultados del estudio sugieren que quienes padecían esta enfermedad experimentaron una mejora en su función cardíaca tras practicarla durante tres meses.

La marcha nórdica implica el uso de bastones similares a los de esquí para desplazarse. A diferencia de la caminata tradicional, este tipo incorpora los músculos de la parte superior del cuerpo, además de los de la parte inferior. Según la Federación Internacional de Marcha Nórdica , la actividad comenzó como un entrenamiento para esquiadores fuera de temporada y se practica desde mediados del siglo XX.

¿Cómo se llevó a cabo el estudio?

Para el estudio, 130 personas con enfermedad coronaria se dividieron aleatoriamente en tres grupos. El primer grupo siguió un programa de entrenamiento a intervalos de alta intensidad de 12 semanas; el segundo, un programa de entrenamiento de intensidad moderada a vigorosa de 12 semanas; y el tercer grupo, un programa de marcha nórdica de 12 semanas.

Después del programa de entrenamiento, los participantes fueron observados durante 14 semanas y se evaluó su capacidad funcional (o su habilidad para ejercitarse o realizar actividades diarias que requieren esfuerzo físico) midiendo qué tan lejos caminaban en seis minutos.

Además, los investigadores pidieron a los participantes que completaran un cuestionario específico sobre enfermedades cardíacas y una encuesta de salud de 36 preguntas. También se midieron los niveles de depresión mediante el Inventario de Depresión de Beck II, comúnmente utilizado para medir la depresión después de un infarto. Se evaluó a los participantes al inicio, a la mitad y al final del estudio.

La marcha nórdica: amplia ventaja

Si bien todos los participantes obtuvieron resultados favorables en materia de salud, aquellos del grupo de marcha nórdica experimentaron el mayor aumento en la capacidad funcional en comparación con su nivel inicial al principio del estudio.

En otras palabras, quienes se comprometieron con el programa de marcha nórdica de 12 semanas fueron los que mostraron mayor capacidad de ejercicio durante la prueba de caminata de seis minutos. Y la capacidad funcional es "un predictor importante de futuros eventos cardiovasculares en pacientes con [enfermedad arterial coronaria]", según el estudio.

Esto probablemente se deba a que la marcha nórdica activa los grupos musculares de la parte superior e inferior del cuerpo. Usar la fuerza de la parte superior del cuerpo para mover y estabilizar los bastones, a la vez que se activa la parte inferior, puede aumentar la frecuencia cardíaca, lo que a su vez aumenta los beneficios cardiovasculares.