Cuando se acerque la muerte de uno de los habitantes de Tucumán que hoy o mañana nacerán vencerá el contrato de concesión de EDET. Eso ocurriría en 2085, aproximadamente. Por eso la voz del gobernador queriendo hacer tronar el escarmiento suena un poco exagerada. Perón solía decir que cuando el pueblo pierde la paciencia hace tronar el escarmiento.

El calor hizo de las suyas y colmó la paciencia de los tucumanos. Los cortes de energía fueron la gota que rebasó el vaso. Osvaldo Jaldo actuó con cierta exageración aunque con cierta lógica. Echó a la conducción del ente regulador que controla el funcionamiento del servicio. Se quedaron en la calle Luis Morghenstein y Beatriz Bordinaro de Peluffo. Ambos no sólo no estuvieron a la altura de las circunstancias con este tema sino que su padrino político tampoco está en las alturas del poder. El monterizo Antonio Ruiz Olivares ya no tiene el poder de fuego de otras épocas. Morghenstein terminó en el Ersept luego de que en las tres últimas elecciones su cuñado, Carlos Najar, le pegó buenas palizas. En tanto, Bordinaro de Peluffo es consuegra del fallecido ex intendente de Concepción Osvaldo Morelli cuya descendencia política ya no tiene oxígeno para estos menesteres.

Ahora el Ersept quedó intervenido por el ministro de Economía, Daniel Abad, quien, si quisiese, podría constatar que el ente sabía que estos problemas podían ocurrir.

El 23 de febrero pasado un conductor de energía de la empresa Transnoa se rompió. Se trata de un cable importante que aproximadamente a la altura de Marco Avellaneda al 100 dijo basta. Transnoa no está obligada a hacer inversiones de ampliación del servicio, pero sí debe llevar adelante inversiones para sostener ese servicio. Indudablemente Transnoa no lo hizo, porque no pudo cambiar ese tramo del conductor averiado que, dicho sea de paso, ya tiene medio siglo cumplido, por lo tanto se podría haber previsto esta contingencia y haber tenido guardada en el galpón alguna pieza de repuesto.

Todo eso lo sabía el Ersept y de haber puesto el grito en el cielo tal vez los tucumanos no hubieran tenido cortes de energía en días de calor insoportables como los que nos regaló esta semana que ya nunca más volverá. EDET se quedó sin poder distribuir energía porque no había. Los tucumanos pedían aproximadamente 800 megavatios y Transnoa no alcanzaba a llegar a los 740 megavatios. Esos 60 megavatios faltantes fueron los que dejaron sin luz varias veces a los vecinos del norte de la capital, de Yerba Buena y de otras localidades que se desparraman en el sector norte.

Mientras Transnoa sigue buscando el repuesto la temperatura da algunas treguas al descender, pero aumenta considerablemente la política. Así, los cortes unieron en el discurso al diputado peronista Carlos Cisneros, que viene en una cruzada en contra de la empresa distribuidora de energía, y a la senadora nacional alfarista Beatriz Ávila, que despotricó contra EDET desde su banca mientras defendía el DNU de Javier Gerardo Milei. También se sumó a este juego Jaldo, que prometió revisar el contrato de EDET, obviamente, porque Transnoa, la responsable de la rotura, no está bajo la órbita del poder provincial. Cabe destacar que cualquiera podría revisar ese contrato que está a tiro de una búsqueda de Google. En el sitio del Ersept se encuentra el famoso contrato (https://ersept.gob.ar/images/Normativas/ContratoConcesionEdet.pdf) que ahora va a revisar una comisión legislativa.

Hasta anoche no había perspectivas de hacer arreglos en calle Marco Avellaneda, así que habrá que esperar que el clima se apiade de los tucumanos. A principios de febrero el calor fue tan insoportable como en estos días pero al estar en funcionamiento aquel conductor, los habitantes del norte del principal conglomerado urbano no sufrieron ni transpiraron como esta vez.

Buen olfato

Una de las virtudes del gobernador oriundo de Trancas es el olfato político. Es capaz de registrar el humor social mucho antes que sus acostumbrados interlocutores. Tal vez por eso exageró movimientos. El contrato del servicio de energía no es un secreto y el Ersept tenía los mandatos vencidos, por lo tanto con sólo enviar las propuestas de nombres a la Legislatura bastaba. En los corrillos de la Casa de Gobierno dicen que Guillermo Gassenbauer podría ser uno de los elegidos del mandatario provincial.

¿Para qué tanta ampulosidad? No es un secreto que además de los cortes de luz los servicios públicos en Tucumán son una materia pendiente que la dirigencia política abandonó. Estos días hubo sectores sin agua y otros con derroches del líquido, mientras tanto se tramita un aumento de tarifas. Algo parecido ocurre con los taxis, que así como se van deteriorando los autos, la actividad se deshilacha con el avance de Uber. Paralelamente, el servicio de ómnibus ha conseguido llegar por fin a un consenso: es un desastre.

La misma pelea de siempre

No obstante los jugadores de Velez Sársfield que mañana regresarán a la provincia, pero no a jugar sino a Tribunales, y la tensión innecesaria entre el Presidente y la vice Victoria Villarruel pusieron una vez más incómodos a los argentinos. Es indudable que la crisis provoca la peor de las incertidumbres y de las intranquilidades pero la obligación de los políticos es encontrar el diálogo y el camino de la previsibilidad. Milei, como buen extraterrestre, no termina de entenderlo. Sigue cabalgando sobre la corrupción del pasado y pareciera que todavía le alcanza.

Villarruel no podía evitar tratar el DNU, mal que le pese al Presidente. Sin embargo, pareciera que bajo el axioma “yo o el diluvio” no puede aceptar que la ley establece que si el Jefe de Gabinete no envía a tiempo al Congreso, éste puede tratar el DNU por cuenta propia y si la comisión bicameral no emite dictamen a tiempo, cada Cámara puede tratarlo por cuenta propia. De todos modos, el Decreto de Necesidad y Urgencia sigue vivo, siempre y cuando la Cámara de Diputados no lo rechace.

La vida de los argentinos, si algo tiene de característico es la inestabilidad. Hoy el Presidente puede proponer un pacto y al otro día condicionarlo por una cuestión casi personal. Hoy es capaz de elogiar a su vicepresidenta y mañana avalar campañas que pueden defenestrarla. Las características propias de la adolescencia del país han aflorado en estos tiempos en los que Milei se sentó en el sillón que alguna vez utilizó Bernardino Rivadavia.

El gobernador de la provincia que ha decidido bailar la misma música que se escucha en la residencia Olivos, también es partícipe de esa inestabilidad. Prueba de ello es el voto que hizo la senadora Sandra Mendoza. Ella y la alfarista Avila eran votos con los que presumía Jaldo. Mendoza terminó sufragando como lo hizo el silencioso Juan Manzur, a quien pareciera que le comieron la lengua los ratones.

La inestabilidad partidaria que ha mostrado el gobernador tucumano puso en tela de juicio la conducción del peronismo en la Provincia y hasta se pensó en la intervención para castigarlo a Jaldo (vicepresidente) por su inestabilidad. Sin embargo, hasta ahora no pasó de ser el resultado de amenazas y de operaciones políticas que salían del manzurismo. Prueba de ello es que en el temario de la convocatoria del Congreso Peronista no figura la intervención del distrito Tucumán y sí los de Jujuy y de Corrientes. “O el poder de Manzur no es tanto o el poder de Jaldo era mayor del que se creía”; en esa duda metódica estaba enfrascado anoche un peronista de la vieja guardia.

Milei y Jaldo se quedaron sin luz. Se les rompió algún conductor. Amagan con introducir un nuevo paradigma y una forma de interpretar la política alejada de las costumbres -¿malas?- que ayudaron a enriquecer a dirigentes y empobrecer el país. Sin embargo, los cambios no encuentran tierra fértil. En esta semana que ya se despidió eternamente no hubo ni noticias de la reforma electoral comprometida ni tampoco de la ley de información pública. Y, los opositores siguen en la lógica de ganar o perder la batalla. En ese enfrentamiento los ciudadanos brillan por su ausencia; son convidados de piedra de una discusión que los electores vienen desde hace mucho rechazando.