El mensaje debía ser contundente frente a la situación que atraviesa el área de Seguridad de la Provincia. La fuga de detenidos y el escándalo observado con la designación de los nuevos jefes policiales no pasó inadvertido en la Legislatura. Hacia allí fue el gobernador Juan Manzur, antes de volar hacia Tafí del Valle.

La escala de Manzur en el edificio de Muñecas al 900 era necesaria para adoptar medidas en medio de la transición institucional en conjunto con el titular de la Cámara y gobernador electo, Osvaldo Jaldo.

Ambos entienden que el ministro del área, Eugenio Agüero Gamboa, no es responsable de la situación observada en las últimas semanas. “No nos temblará el pulso para tomar las medidas que se consideren pertinentes. Sea en el área de Seguridad o en otras”, afirmó a LA GACETA el vicegobernador, tras la cumbre con su compañero de fórmula.

Fugas, señal de que se agrava la crisis carcelaria

El blindaje oficial a Agüero Gamboa, que continuaría al frente de la cartera, quedó claro cuando se conoció que Jaldo convocará al funcionario para que brinde un informe a los legisladores acerca de la situación de inseguridad en la provincia y justifique por qué este problema eclosionó en los últimos tiempos.

En el oficialismo ensayan algunos argumentos. Por ejemplo, mencionan que los cambios en la política de prevención y el incremento del número de condenas con la aplicación del nuevo código son las causas que incidieron en la superpoblación de detenidos en las comisarías. Eso es lo que intentará exponer ante los parlamentarios el ministro de Seguridad.

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Pero, a diferencia de lo que reclama un sector de la oposición (Fuerza Republicana), las explicaciones de Agüero Gamboa respecto de las fugas, los crímenes de efectivos y la situación interna en la fuerza de seguridad provincial se harán en el octavo piso de la sede legislativa y no en el recinto de sesiones, a modo de interpelación.

Tenso día

Jaldo buscó llegar con su mensaje a todos los hombres de la fuerza y despejar las dudas de que en Seguridad no habrá transición. Dice estar al tanto de lo que sucede y que, si es necesario, tomará las decisiones que crea conveniente antes de que asuma como gobernador. En el último encuentro que mantuvo con la plana mayor les pidió redoblar los esfuerzos. Lo hizo porque estaba perfectamente informado sobre los índices delictivos de la provincia.

Varios funcionarios confirmaron que el por ahora vicegobernador decidió determinar qué sucedió con el escándalo que se desató después de que se conocieran los cambios en la fuerza. Uno de ellos era la designación del comisario Mauro Fernández como jefe de la Unidad Regional Capital. El funcionario, por la tarde, rechazó el cargo que se le había ordenado ocupar. Fue considerado como un acto de insubordinación.

Los cambios en la Policía terminaron en escándalo

Jaldo pretende conocer quién fue el responsable de haberlo elegido para cubrir ese puesto, uno de los más importantes de la Policía. Todas las miradas apuntan al secretario de Seguridad, Luis Ibáñez, uno de los funcionarios que más años tiene en el área, ya que asumió en 2017. Llegó de la mano del ex ministro Claudio Maley como subsecretario, pero por la renuncia de Miguel Gómez ascendió. Al asumir Agüero Gamboa conservó el cargo.

Explicaciones

“El comisario Fernández está en disponibilidad con espera de destino”, confirmó el jefe de Policía, Julio Fernández, al hablar sobre la situación del comisario que generó todo un revuelo. Sin embargo, fuentes de la fuerza confirmaron que sería retirado en los próximos días.

Por el momento no hubo confirmación oficial sobre por qué no quiso asumir como jefe de la URC. Sin embargo, trascendió por sus allegados que no quería abandonar su cargo de titular de la Dirección de Unidades Especiales. Se trata de una división que se encarga de controlar al personal que está en los puestos fronterizos; el Grupo Cero; el Grupo de Operaciones Motorizadas. los Cuerpos de Infantería y los motoristas del servicio 911. “Es un área que tiene más recursos que la URC. Es muy fuerte, con mucho poder”, comentó un comisario de la fuerza. “Ir a su nuevo destino le significaba mayor responsabilidad porque tendría que rearmar todo”, añadió el mismo vocero.

El rechazo de Fernández generó modificaciones en los cambios de la fuerza. Eduardo Luna asumió ayer en ese cargo, mientras que finalmente Julio Gutiérrez lo secundará. Carlos Daniel Ruiz, que había sido nominado como segundo jefe, finalmente terminará siendo un coordinador.

No se descarta que en las próximas horas haya más anuncios. Jaldo ya anticipó cuál es su postura sobre el tema.