Mundial Sub-20: fútbol de fantasía y goles para recordar

Mundial Sub-20: fútbol de fantasía y goles para recordar

El tucumano Maestro Puch abrió el 5-0 de la Selección sobre Nueva Zelanda en San Juan.

Después de ver el nivel que mostró la Selección ayer en San Juan, es difícil no preguntarse cómo es posible que Argentina haya entrado al Mundial Sub-20 gracias a la muñeca política de la AFA y no en virtud de una clasificación hecha y derecha en el Sudamericano. Está bien que las carencias futbolísticas de Nueva Zelanda hayan colaborado a la causa, pero no se puede negar que el equipo supo muy bien qué hacer y cómo con esa abundancia de pelota y espacios. Fue un concierto lo de los “Mascherano boys”, al punto de que sin importar cuán lejos lleguen en el torneo, su mejor partido habrá sido este. Quizás no desde la épica, pero sí en términos de brillo y rendimiento.

Ya con la clasificación asegurada tras el triunfo sobre Guatemala, Javier Mascherano se permitió ensayar algunas variantes en el 11 inicial para el cierre de la primera fase. Entre ellas, la primera titularidad de Ignacio Maestro Puch en reemplazo del goleador Alejo Véliz. Y el tucumano tardó apenas un cuarto de hora en comenzar a pagar el voto de confianza, apareciendo por el segundo palo y conectando de cabeza un buen centro de Brian Aguirre. Debut goleador en el Mundial para el delantero de Atlético, que no se conformó con eso y fue por más, siempre marcando el pase, buscando la diagonal, pivoteando, anticipando y tratando de capitalizar junto a Luka Romero y Gino Infantino los centros bajos de Aguirre por izquierda y Juan Gauto por derecha.

Lo de estos últimos dos fue fenomenal, enredando a pura gambeta a los marcadores de punta neozelandeses. En una de las incursiones de Gauto, faltaron milímetros para el segundo de Maestro Puch, que de todos modos tendría un par de ocasiones más antes de ser reemplazado por Véliz en el segundo tiempo. Muy bueno lo de “Pucho”, a tono con el resto del equipo, que jugó en modo máquina y nunca bajó el ritmo.

Mucho tuvo que ver también el tándem entre Federico Redondo e Ignacio Miramón, un doble 5 que funcionó muy bien y que seguramente sea el de base para la fase eliminatoria.

Párrafo aparte merece lo de Luka Romero. En el concierto argentino, lo del delantero de Lazio fue de lo mejor. Rápido, movedizo y potente. Y el gol con el que estampó el 3-0 (posterior al 2-0 firmado por Infantino) es firme candidato a ser el mejor del torneo: arrancó en mitad de cancha sacándose dos rivales de encima con un solo movimiento, encarando hacia el arco a toda velocidad y sacando un cañonazo que se inscrutó en el ángulo. Brutal. El segundo tiempo sólo sirvió para estirar la función, para ver las pinceladas de Barco y para ampliar la goleada, con un penal de Aguirre y un cabezazo de Véliz. Ahora, Argentina debe esperar que se defina su rival en octavos. Por ahora, Nigeria es la opción más lógica, aunque también podrían ser Brasil o Italia. Quién lo hubiera pensado.

Una dedicatoria especial

Tras el partido, Ignacio Maestro Puch apareció en la zona de prensa sosteniendo una remera con una dedicatoria para Andrés Balanta, que rezaba “Siempre en nuestros corazones, hermano querido”. El joven delantero tucumano recordó al jugador colombiano, fallecido el año pasado, con emotivas palabras: “él está apoyándome desde arriba. Era una persona humilde y feliz. Y quiero que sepa que lo quiero mucho, desde donde esté mirando”.

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