El procurador Vega escapó en moto hasta Amaicha

El condenado a perpetua tenía un perfil de psicópata y narcisista. Se hacía pasar por abogado. Sospechan que viajó a Bolivia.

EL LUGAR DE DETENCIÓN. Los vecinos y la familia Chequer denunciaron que el procurador mantenía reuniones y trabajaba para un abogado. EL LUGAR DE DETENCIÓN. Los vecinos y la familia Chequer denunciaron que el procurador mantenía reuniones y trabajaba para un abogado. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
Por Rodolfo Casen y Gustavo Rodríguez 24 Mayo 2023

El informe psicológico que le realizaron durante la etapa procesal fue clave. Los especialistas sostuvieron que tenía rasgos psicopáticos y que era narcisista. Esa fue la razón por la que los acusadores solicitaron al tribunal que le dictaran la prisión preventiva y que lo enviaran a la cárcel. Pero su pedido fue rechazado por los jueces que lo condenaron a perpetua. La misma respuesta obtuvieron del tribunal de Impugnación y de la Corte Suprema de Justicia. El 17 de mayo, al enterarse de que la sentencia había quedado firme, Miguel Antonio Vega terminó escapándose del estudio jurídico donde estaba cumpliendo arresto domiciliario.

El prófugo fue condenado a prisión perpetua por uno de los homicidios más resonantes registrados en Concepción: el de Carlos Chequer. Según la investigación realizada por el fiscal Mariano Fernández, en febrero de 2019 Vega esperó que la víctima ingresara a su casa. Cuando estaba en el garage, le exigió que le entregara una importante suma de dinero que acababa de cobrar. Aparentemente el empresario lo reconoció y por ello le desfiguró la cabeza a palazos. Los familiares le contaron a los investigadores que se le había desaparecido un celular.

Sorpresa

La manera en que Vega terminó involucrado en este crimen fue increíble. Se presentó ante el fiscal Edgardo Sánchez informando que había encontrado un celular a la vera de una ruta donde realizaba actividades físicas. Los pesquisas lo analizaron y confirmaron que él podría haber introducido un chip antes del día que dijo haberlo encontrado. “Es como que quiso decir yo tuve algo que ver, pero voy a esperar a ver cómo harán para probar que fui el homicida”, aseguró una alta fuente judicial que intervino en el caso.

Con ese dato, los investigadores comenzaron a sospechar de él. Las dudas se despejaron cuando analizaron las imágenes de las cámaras de seguridad. Fue descubierto con un palo de madera similar a un bate, con el que podría haber asesinado al comerciante.

Su historial de conflictos comenzó en 2017, cuando se descubrió que en el municipio de Concepción se desempeñaba como abogado cuando no había obtenido el título. Utilizaba la matrícula profesional del padre, que tenía su mismo nombre y que durante mucho tiempo fue magistrado en el sur de la provincia. Pero hubo más.

También comenzó a ser investigado por incompatibilidad laboral en virtud de que, mientras se desempeñó como funcionario municipal, también trabajó en el área de Seguridad de la Nación, cuyo referente en la provincia era el monterizo Héctor Monayer. Cuando en el 2019 “Miguelito” comenzó a ser investigado por el crimen de Chequer, precisamente una cámara de seguridad privada lo mostró en una estación de servicio cercana a la casa del empresario, en una camioneta cedida por el referente de la entonces ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich.

El vehículo fue secuestrado en el marco de la investigación que llevaba adelante el entonces fiscal Sánchez. Abrumado por las sospechas, “Miguelito”, como lo llamaban, protagonizó otro escándalo cuando fue al sitio en donde permanecía incautado el rodado para ser periciado, destruyó la faja de seguridad y extrajo un envoltorio con un cuchillo. Aunque luego se estableció que el objeto no tenía relación con las características de las lesiones que presentó la víctima (fue atacado con una madera similar a un bate), este hecho no hizo más que incrementar las sospechas contra él.

Finalmente, en julio de 2021, el procurador fue condenado a prisión perpetua por el tribunal integrado por Elena del Tránsito Grellet, Jesús Carlos Pellegri y Rodrigo Sebastián Martiarena. Un tribunal de Impugnación modificó el fallo y terminó aplicando una pena de 18 años, pero esa resolución fue rechazada en otra instancia, que terminó confirmando la primera sentencia que había recibido.

Capacidad

Según sus conocidos, el procurador tiene una enorme capacidad para ganarse el afecto de sus allegados y de otras personas a las que frecuentaba. Separado y padre de un hijo, fue involucrado en varios “affaires” amorosos en el sur de la provincia. Incluso durante su arresto domiciliario, según contaron varios vecinos, mantenía relación con una joven de la capital.

Tal como lo denunció María Inés Chequer, hermana de la víctima, el prófugo “Miguelito” exhibía en su lugar de arresto una vida de “llamativa licencia”. En ese sitio disponía de una cama y un buffet. “Los fines de semana recibía numerosas visitas que solían acompañarlos en almuerzos o cenas que se podían ver desde la calle. También tenía el privilegio de salir a reuniones de amigos”, comentó la mujer.

Vega, según Leandro Juárez, uno de los abogados que se desempeñaba en el estudio, colaboraba en la elaboración de escritos. Este profesional fue quien hizo pública la desaparición del procurador.

La fuga

La fiscala Mariana Rivadeneira continúa con la investigación de su fuga. En las últimas horas surgieron nuevos indicios que permiten sospechar que Vega podría haber escapado a Bolivia, utilizando las rutas de los valles.

El condenado huyó el 17 de mayo violando todos los controles de seguridad que se habían ordenado. No contaba con la consigna policial que se había ordenado para que lo vigilaran y la alerta por haberse quitado la pulsera con la que se le hacía un seguimiento electrónico. El patronato actuó seis horas después de que se activara la alarma.

La hipótesis de la fiscalía es que el procurador se trasladó hasta Acheral en un auto de alquiler. De ahí, su primo hermano José Adolfo Vega lo trasladó hasta Tafí del Valle. El abogado, al que se le dictó la preventiva por tres meses, le habría pedido al cuidador de la casa de un pariente que lo trasladara hasta Amaicha. Ese viaje, según trascendió, se habría realizado en moto. Ese es el último dato.

Los pesquisas saben que Vega tenía los fondos necesarios para mantenerse en la clandestinidad. Los testigos dijeron que se habría escapado con al menos $400.000 en su poder. Sin embargo, versiones indican que habría decidido financiar su escape con los fondos obtenidos por la venta de una vivienda que había concretado un familiar.

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