Cartas de lectores: el mercado
27 Abril 2023

Populismo: Doctrina política que pretende defender los intereses y aspiraciones del pueblo (el diccionario). Busca también ampliar derechos. Hay un axioma: “donde hay una necesidad, existe un derecho”. A pesar de que un miembro de la Corte Suprema de Justicia -¡Vaya paradoja!- lo niegue, palmariamente. Se ve que aquel que predicó con el “dad de comer al hambriento, dad de beber al sediento” fue un populista. Sin embargo, J. F. Díaz (LA GACETA, 26/03) escribe: “El populismo se ha constituido en el problema más serio en la actualidad”. Democrático, el Sr.. Otros articulistas u opinólogos lo demonizan diciendo o escribiendo que: Trump, Bolsonaro, Macri, etc. hacen populismo. El ítaloargentino sentencia: “el salario es un costo“; “El trabajador debe ganar lo mínimo por lo que hace”. Populista, ja, ja. En LA GACETA, 18/01), entre varios comentarios, de “Yo te avisé”, se lee: “el origen se remonta a 1983, cuando ese fascineroso llamado Raúl Alfonsín pregonaba con…”, etc., etc. ¿Leyeron? Fuerte, ¿No? Decirle a esa manera la persona que no está presente para responder es lamentable y penoso. Para alguien llevar a juicio a genocidas y desaparecedores y fue un delito del presidente radical. La violencia las palabras orales o escritas antecede siempre a la violencia física. Un comunicador dijo un día: “Argentina, país de m…” Un Legislador de tonada cordobesa y con aspiraciones de humorista lo imita. Ambos, ingratos con su tierra. El agrietador comunicador desató su misoginia atacando a la señora C. F. K. con expresiones que cuesta transcribir. No contento, también aconseja a alumnos de un colegio cómo “escrachar” a compañeros. ¿Libertad de expresión? Humm... El trasponerla da lugar o explica en cierto modo el grado de intolerancia o violencia a que asistimos. ¿Poesía? ¿Mercado? Esa es la cuestión. Para un “mens sana in corpore sano” hay que encontrar el equilibrio. Ahora bien, que una vecina o un vecino asista a un super, un almacén de barrio o a una financiera no lo habilita en mercado. Más bien (me incluyo) somos mercancía. Mercado es el formador de precios. Abusa de su posición dominante. Marca, remarca y especula, causando así, lo llamado inflación. ¿Les suena Aranguren? Pagó el dólar a $8 cuando costaba $4 por unidad. No es la emisión monetaria ni el gasto público, como dicen algunos. El Estado subsidia (ayuda) a empresas o empresarios. No obstante, este sector exige bajas o el no pago de impuestos. “¡Ah, pero los planeros!”. Homilías, entrevistas, conferencias van y vienen. Siempre la cantinela: “El Estado ausente“; “La política atrasa”. ¿El mercado? Bien, gracias. Hay una frase, desde 1983: “Les hablé con el corazón, responden con el bolsillo”. Aún late. De J. J. Rousseau: “La desigualdad de la madre de todos los males“. Ergo, es tiempo de que el poder real (el mercado) baje uno o más cambios, automovilísticamente hablando. Mujeres y hombres del siglo 21, materiales y prosaicos: “No sólo de pan vive el hombre”.

Hugo Vallejo

M. Estrada 3.850

San Miguel de Tucumán

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