Generar recursos propios, una clave para sostener el proyecto

Generar recursos propios, una clave para sostener el proyecto

La Facultad ofrece 11 posgrados (tres Maestrías y ocho Especializaciones). El modelo de gestión apunta a brindar tecnología de punta y servicios de calidad. El difícil escenario de la competencia.

RECORRIDA. Isgro y Rospide en un aula modelo. RECORRIDA. Isgro y Rospide en un aula modelo. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO

La charla en el decanato de la Facultad de Ciencias Económicas (UNT) vuelve, una y otra vez, sobre un futuro que llegó hace rato y al que el mundo académico no siempre se sube a la velocidad adecuada. Jorge Rospide (decano), Gustavo Sota (vicedecano) y Christine Isgro (secretaria de Posgrado) hablan de tecnología, de servicios, de inteligencias artificiales (IA), del rol docente en este contexto y de cómo adecuar la oferta de la Facultad a este mundo del trabajo, que poco y nada va teniendo que ver con el del siglo XX. Un mundo en el que -por ejemplo- para hacer sus balances las empresas están llamadas a reemplazar a los estudios contables por IA.

Ese es el universo en el que la Facultad se inserta -apunta Rospide-. Un plano de hipercompetencia con universidad públicas y privadas, nacionales y del exterior, todas subidas ya a un modelo a distancia potenciado por la pandemia. “Pero que a nosotros no nos agarró por sorpresa -apunta Sota-, porque teníamos las aulas virtuales desde mucho antes de 2020”.

Rospide plantea entonces la necesidad de que la Facultad funcione con niveles de excelencia. La cuestión de la infraestructura es clave y por eso, detalla, todas las aulas cuentan con aire acondicionado, ya no quedan pizarrones con tizas -todos son de vidrio- y la conexión a una internet libre de alta velocidad abarca el total de las instalaciones. Un complejo en el que se mueve una matrícula de 7.000 estudiantes, de los cuales 5.000 se mantienen presentes y activos.

Con un tomo de LA GACETA y en la Casa FACE. Con un tomo de LA GACETA y en la Casa FACE. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO

Mantener esta estructura y generar nuevas obras requiere de recursos propios, imprescindibles para compensar un financiamiento que es víctima de la inflación y de las coyunturas políticas. De allí que entre las patas fundamentales en el proyecto de la Facultad figuran las carreras de Posgrado. Son 11: tres Maestrías (Administración, Economía y Estadística Aplicada) y ocho Especializaciones (Administración y Políticas Públicas; Auditoría y Contabilidad; Comercio Internacional; Costos y Gestión Empresarial; Dirección de Recursos Humanos; Finanzas; Sindicatura Concursal; y Tributación).

Orgullosa, Isgro destaca la gran cantidad de egresados que trabajan en distintos puntos del país y en el exterior. “La mitad de los docentes de los posgrados está aquí y la otra mitad afuera. Es un elemento diferenciador, esa mirada que puede dar alguien desde otro lugar del mundo”. Las inscripciones están abiertas de lunes a viernes, de 9 a 13, en la sede de avenida Independencia 1900, en la ex quinta agronómica, y los contactos son permanentes por Instagram (@posgradofaceunt) o Facebook (posgradoface).

Pequeño recorrido

Rospide subraya que el modelo de gestión se basa en la calidad de servicios y en la tecnología de punta. Invita entonces a recorrer una flamante aula modelo en la que, por ejemplo, debajo de cada pupitre hay tomas para que cada estudiante enchufe su notebook. O un comando digital empotrado para que el docente/expositor maneje proyector y sistema de sonido.

La Casa FACE, en tanto, propone un punto de encuentro para investigadores, profesores y estudiantes, en el que disponen de varios ambientes para reunirse y apunta al trabajo grupal. Está dotada -y este es un concepto que el Decano reitera como un mantra- con tecnología de punta. Cerca de allí se planea construir un espacio para deportes y recreación.

El fin del recorrido cierra el combo, porque responde al costado analógico y a la tradición académica. En la biblioteca, que ha recibido últimamente colecciones del fallecido Manuel Cordomí y de Gustavo Wahlberg, un mueble atesora la donación del docente Jazier Zayun: 33 tomos de LA GACETA. prolijamente encuadernados, con ejemplares que van de la década del 40 a la del 60. Los había reunido su abuelo Antonio Jiménez, un no docente de destacada trayectoria universitaria, y hoy están a disposición para consulta.

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