El patio trasero de Europa

El patio trasero de Europa

06 Febrero 2023

Carlos Duguech

Analista internacional

No es el mejor lugar de la casa, naturalmente. Está atrás, al fondo, y es donde resulta muy probable que se dejen las cosas que van a tener un destino prosaico. En reiteradas ocasiones –casi un icono de la realidad continental americana- se plasmó que al sur del Río Grande se desplegaba “el patio trasero de los EEUU”. Desde México, todo el Caribe y Sudamérica conformaban ese “patio” de segundo orden del gran país del norte de América. De ese país que fue el primero del gran continente en declararse independiente. En su caso de Gran Bretaña. Y resulta extraño a primera vista saber que Haití fue el primer país que se declaró independiente de sus colonizadores: España y Francia, en 1776.

Primer milagro del Papa

“Su elección también habla de la fuerza y la vitalidad de una región que de forma creciente está dando forma a nuestro mundo”. El presidente de los EEUU, Barack Obama, se expresó de ese modo en un mensaje escrito cuando se conoció el 13 de marzo de 2013 que el cardenal Bergoglio había sido elegido Papa. “Es el papa de las Américas”, exultante expresión del presidente estadounidense. “Su elección atestigua la fortaleza y vitalidad de una región que está crecientemente moldeando nuestro mundo. Junto a millones de hispanoamericanos compartimos aquí en Estados Unidos la alegría de este histórico Francisco día”.

Sí, fue la primera vez que un presidente de EEUU le da categoría al resto de América, sacándolo de ser su patio trasero. ¡Milagro!

La ONU, sin África

Cuando a consecuencia de la Carta de San Francisco (EEUU) se constituye la Organización de las Naciones Unidas (1945) con la participación de 51 países fundadores, entre ellos Argentina, ningún país africano se había independizado del coloniaje. Por ese entonces el continente africano ¡no tenía un sólo país libre, con autodeterminación! Toda África era una colonia repartida entre siete países europeos: España, Portugal, Bélgica, Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia. África, desde siempre, continente de esclavitud y durante mucho tiempo. “Exportador” (suena ruidosa e hiriente esta palabra en el contexto) de esclavos negros, África tentaba a los países europeos a profundizar su avance desde el norte, desde el Mediterráneo en procura de ampliar posesiones en el continente en el que con métodos opresivos conquistaban suelos aptos para desarrollo de actividades agrícolas a la vez que a la busca de materias primas. La posesión de las mejores tierras por parte de los colonizadores burlaba toda resistencia nativa y con indiferencia y hasta desprecio por sus habitantes instalaban un coloniaje opresivo.

Sólo en 1957, superada la mitad del Siglo XX, se independiza Ghana (1957) como consecuencia primera de lo resuelto en la Conferencia de Bandung (Indonesia) en 1955. Foro patrocinado por países afroasiáticos, cuestionando el colonialismo tradicional, el neocolonialismo y la abarcativa influencia de los Estados Unidos y del ámbito expansivo de la Unión Soviética. En ese contexto se instala el germen para la conformación del Movimiento de países No Alineados. Vale decirlo, esa nutrida agrupación de países (120 eran sus miembros) apoyó en todo momento las reclamaciones de Argentina por Malvinas.

En 1960 (el 14 de diciembre) la Asamblea General de Naciones Unidas proclama la Resolución 1514 sobre la independencia a conceder a los países y o pueblos coloniales. Ello posibilitó -con diversos resultados- la independencia de una buena parte de países colonizados por las potencias europeas.

Sudamérica-África

Hay entre el subcontinente de América del Sur y el continente africano cierta similitud morfológica que se advierte en el mapamundi, aunque se diferencian en el tamaño: casi 18 millones de km.2 el primero y un poco más de 30 millones el segundo. Y en población. 440 millones Sudamérica y 1261 millones Äfrica. Una de las referencias más notables ligadas a los espacios geográficos que propone esta columna es la concerniente a la independencia de los países que los involucran a cada uno de ellos. Los 14 países sudamericanos se independizan de las metrópolis española y de la portuguesa entre 1811 y 1825. En sólo 16 años. En África, recién a partir de 1957 (Ghana) y el último Sudan del Sur, 54 años después, en 2011, lo que revela la particularidad de un proceso distinto del sudamericano. Casi un siglo y medio después. No obstante hay un dato de la realidad que sorprende.

Paradoja: las distancias

En línea recta, Caracas, el punto más septentrional de Sudamérica está a 6.990 km de Madrid (punto elegido de Europa). Rabat, capital del africano Marruecos está a 995 km de Madrid. Pese a esa cercanía pero por la multiplicidad de países colonialistas en cada caso (dos en Sudamérica, los principales) y 7 en África, la historia se nos muestra diferente. Casi contradictoria. Un subcontinente como Sudamérica a semejante distancia de las metrópolis colonialistas se independiza en menos de 15 años. África, a las puertas de los países europeos colonialistas, tarda 54 años en hacerlo ¡pero casi un siglo y medio después!

La OIM, Organización Internacional para las Migraciones fue creada en 1951 en el seno de Naciones Unidas. Recopila datos sobre migraciones y en el caso de las que provienen de África los datos verificados dan cuenta de que desde 2014 al presente se registraron casi 24.000 muertes. También se producen muertes de migrantes en la travesía penosa por el desierto del Sahara.

Acnur, la agencia de ONU para los refugiados da cuenta de un detalle que revela cómo y por qué África es el pario trasero de Eurora. El parlamento italiano, lejos de atender el drama humanitario de los migrantes del continente en el que Italia y otros países europeos plantaron su apropiamiento colonial dictó medidas altamente restrictivas en 2019. Antihumanitarias. Penalidades ¡de hasta un millón de euros a las organizaciones y barcos que inicien operativos de búsqueda y rescate de migrantes en sus aguas mediterráneas! Increíble deshumanización de la política.

El 9 de julio de 2011 se independiza Sudán del Sur y pasa a ser el miembro más joven de la ONU que alcanza de ese modo 193 países participantes. País de extrema pobreza rural por la guerra civil que se desarrolla desde fines de 2013.

El papa Francisco se animó a visitar hace unos días. Misión casi imposible en un país con más de dos millones de desplazados internos, y con núcleos poblacionales de emergencia que impactaron al papa.

Breve experimento

Convencido de que hay una distorsión perceptiva de lo que significa el Mar Mediterráneo en relación con Europa y el continente africano en casi toda la sociedad este columnista propuso a un grupo de participantes en la Universidad San Pablo de una exposición con representantes docentes de esa casa, de la UNT y de la Unsta sobre una propuesta de desarme con reconversión industrial.

A cada asistente se le dio un pequeño papel y se les pidió a todos que anotaran el nombre de un país mediterráneo. En pocos minutos se recogieron esos papeles y se elaboró una conclusión con los datos en ellos escritos. El resultado era previsible para quien esto escribe: sólo dos participantes eligieron el nombre de un país que no fuese Europa: Marruecos e Israel. El resto, 25, mencionaron a Francia, España, Grecia, Italia (el más votado) y Turquía, “europeos”.

Los otros países mediterráneos como Marruecos, Libia, Túnez, Argelia, Egipto, del norte de África “no son países mediterráneos”. Conclusión: no sólo por los participantes de esta breve consulta sino para los propios europeos, África, tan cerca y bañada en el norte con las aguas mediterráneas, deviene en el “Patio trasero de Europa”.

El coloniaje hasta “ayer” sostuvo por mucho tiempo esa percepción de sólo patio y no un gran continente sobre la costa sur del Mediterráneo.

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