Tu verano: En la cresta de la ola, con las vistas de El Cadillal

Tu verano: En la cresta de la ola, con las vistas de El Cadillal

Se llama “deporte de arrastre” y es una de las actividades acuáticas no tan conocidas. Es el wakesurf. Tres especialistas lo explican.

FUTURISTA. Así se ve desde cerca la práctica de Wakefoil en El Cadillal. FOTOS - DIEGO ARÁOZ FUTURISTA. Así se ve desde cerca la práctica de Wakefoil en El Cadillal. FOTOS - DIEGO ARÁOZ
05 Febrero 2023

Por Diego Aráoz - LA GACETA

¿Se te pasó por la cabeza que podías surfear en nuestra provincia? ¡Se puede! ¡Y cómo! Ahí entra el wakesurf, que consiste en aprovechar las olas artificiales que genera una lancha para surfearlas. Es un deporte de arrastre. Es decir, te sujetás a un manillar atado a una embarcación unos 30 segundos, lentamente vas tomando velocidad y una vez que se formaron las olas, te soltás y empezás a maniobrar, deslizándote entre la espuma y las burbujas de agua, parado sobre una tabla de surf. Sumale el paisaje de El Cadillal y ya es un combo perfecto.

La tabla es la misma que se usa en el mar; si bien hay de muchas formas y tamaños, las preferidas en el wakesurf recreativo son las tablas de fun, las que en el mar usan los surfistas más avezados. Cuando se trata de competir, ya se emplean tablas de wakesurf específicas para el uso con lancha y con la que se pueden hacer trucos como giros y saltos.

Otro detalle muy importante es la embarcación usada para el arrastre. Los que saben eligen una lancha deportiva con el motor dentro de la estructura (intraborda). Eso la hace más segura para estas prácticas acuáticas, ya que se evitan los accidentes con las palas de la hélices. En los modelos más sofisticados es posible elegir el programa de acuerdo con el deporte que se va a practicar.

En el patio de casa

Laura y Eugenia Haro y Ricardo García, en 2019, se acercaron a este deporte viendo videos por Youtube y haciendo cursos en Tigre junto a dos grosos de los deportes acuáticos, Alejo y Teki de Palma.

Vivir cerca de El Cadillal les permite, ante la mínima pausa en sus tareas cotidianas, darse una escapadita a su adorado espejo de agua, el que transforman en su patio de juegos cuando se suben a las tablas. Y allí se convierten en tres niños empapados de risas, que disfrutan cada segundo.

Si bien el deporte es la excusa perfecta, recorrer cada rinconcito del dique más popular de la provincia y contemplar vistas que solo conocen los que se adentran, es el plus perfecto para que la tarde sea ideal.

WAKESURF. Ricardo García sobre su tabla tipo fun, con la que realiza de forma asidua este deporte en el Dique El Cadillal. WAKESURF. Ricardo García sobre su tabla tipo fun, con la que realiza de forma asidua este deporte en el Dique El Cadillal.

Laura, la tabla y las olas

Entusiasta de los deportes, para Laura cada disciplina es un desafío. Así se la encuentra subida a una bicicleta de mountain bike, haciendo trekking en algún cerro de la provincia o a toda velocidad en alguna carrera de running. Después de ocho meses de subirse a una tabla de wakesurf, Laura se animó a competir en un campeonato nacional en enero de 2020 y salió segunda.

Balanceándose de izquierda a derecha, moviendo las manos y la cintura, el deslizamiento sobre la ola es armonioso y de absoluta libertad. Todo está en su perfecto equilibrio con el horizonte de las cumbres que rodean el embalse. Hasta que hay una caída y el juego vuelve a comenzar.

ENTUSIASTA. Laura Haro empezó a hacer Wakesurf en 2019 y jamás paró; meses después de subirse a la tabla, participó en un campeonato nacional. ENTUSIASTA. Laura Haro empezó a hacer Wakesurf en 2019 y jamás paró; meses después de subirse a la tabla, participó en un campeonato nacional.

Sensaciones

En ese parate que significó la pandemia para muchos, Laura, Eugenia y Ricardo siguieron sumergiéndose entusiasmados en los deportes con tablas.

Así llegaron al wakefoil, deporte acuático de arrastre que también se practica sobre una tabla, pero para el ojo desprevenido es más “aparatosa”. Consiste básicamente en una tabla acoplada a un mástil con alas en la parte inferior. Esa ala crea un empuje contra el agua en dirección perpendicular al plano. Es el mismo principio que utilizan los ferrys que se pueden usar para cruzar a Uruguay.

A simple vista, el wakefoil se comporta de una manera muy parecida al wakesurf o al wakeboard, pero a partir de una cierta velocidad las alas empiezan a funcionar y la tabla se despega del agua, elevándose y emocionando a quienes se animan a nuevas sensaciones.

Cuando Eugenia o Ricardo se paran sobre la tabla y empiezan a flotar sobre un colchón de espuma, recuerdan mucho a -salvando las distancias (por ahora…)- la jetpack, la patineta voladora que usa Marty McFly en “Volver al Futuro II”.

Quizás la diferencia más notoria, sea la felicidad completa que tienen sus protagonistas.

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