Libros para que los chicos disfruten en Navidad

El ejemplo paterno

Si bien no hay fórmulas, el encuentro de los niños con la lectura debería darse de un modo natural, gustoso, con variedad de materiales disponibles y desde el disfrute. “Por supuesto que si los adultos que los rodean son ejemplo de lectores que disfrutan, les leen a esos chicos, visitan librerías, están informados y se interesan por el objeto libro, también tendríamos ciertas ventajas”, explicó a LA GACETA María Amelia Macedo, directora editorial de libros infantiles y juveniles de Penguin Random House. “Cuando los chicos inician su camino lector siempre es bueno que puedan acceder a diversos tipos de libros, estilos de autores y propuestas. Habrá quien se fascina con las historias, quien entra más fácilmente a las historietas o a los libros ilustrados, y quien disfruta que le lean o leerle a un hermano. En ese conjunto y con ese extenso recorrido se va formando un lector”, agrega.

“Las sugerencias de edad que ponemos los editores en los catálogos son más para guiar al librero y al canal de venta o a los mediadores que marcaciones estáticas. Hay niños pequeños, de seis o siete años, que pueden verse atrapados por la lectura que un adulto les hace de Harry Potter en capítulos y otros de 11 o 12 años o más grandes que se acercan cuando los leen solos y descubren esos mundos maravillosos, esos personajes y entornos fascinantes”, dijo sobre las series que hoy son clásicas como la del pequeño mago. “Se transformaron en clásicos porque atraviesan todas las edades. ‘El Principito’, por ejemplo, es un libro que se lee en la infancia, en la entrada a la adolescencia, se suele regalar en momentos especiales, se relee en la adultez bastante porque con más vivencias puede seguir aportando mensajes y reflexiones”, resaltó la editora y reflexionó: “las edades dependen mucho de cada lector y de su recorrido”.

“Una de las preguntas que siempre me hacen es ‘¿Cómo lograr que mis hijos/as lean?’”, publicó Ramiro Brunand, psicólogo, escritor e influencer de lectura y crianza desde la cuenta @cuentosdeunpapa y desarrolló: “En tiempos dominados por pantallas, ver a niños/as con libros parece una hazaña. Pero no lo es. Son innumerables las familias que eligen compartir libros, que invierten tiempo y dinero en lecturas, que reconocen el valor de un libro, sobre todo en lo que respecta a su poder transformador del mundo”.

Según el autor de “Rombo”, hay claves esenciales para generar este espacio de lectura como “ofrecer libros; darlos, que estén ahí, que circulen; compartir tiempo de lectura, minutos, horas, de vez en cuando, diariamente, solo los fines de semana. Cualquier opción es válida. Sin tiempo, no hay lecturas. Y hay que limitar nuestras expectativas. ¿No pueden leer un libro completo? ¿No entienden la historia? ¿Solo miran las ilustraciones? ¿Quién dijo que todo eso no es parte del acceso a la lectura? Y, por último, dialogar sobre lo que nos gusta leer”, planteó.

A continuación, una variedad de libros para compartir con los chicos.

Para iniciar a los más chicos en el disfrute de leer

“La colección de Penguin Random House ‘Federico crece’ (escrita por Graciela Montes) y la serie ‘Lola’ (de Canela) son libros que tienen plena vigencia. Acompañan a los niños y a las niñas en el desarrollo de los primeros sentimientos y los primeros hábitos pero lo hacen desde una escritura literaria y lenguaje visual -las ilustraciones que pertenecen a Claudia Legnazzi y Mónica Weiss son hermosas en ambos casos y crearon personajes adorables en sus trabajos-. Son libros ilustrados, con temáticas que les suceden a los niños pequeños (como no tener ganas de prestar sus cosas, aprender a hacer pis en el baño, adaptarse al nacimiento de un hermanito, encapricharse, aprender a contar o hacerse preguntas sobre el tiempo, o descubrir el agua) y generan empatía e identificación en el lector. Funcionan bárbaros y a los chicos y chicas les encantan”, sostiene la directora editorial de libros infantiles y juveniles de ese sello, María Amelia Macedo.

Una alternativa en el primer rango etario son “Los aristogatitos. El Café de las Huellitas” (de editorial Planeta Junior), de Jennifer Castle y Sydney Hanson, relata las aventuras los gatitos Marie, Berlioz y Toulouse, quienes descubren una cafetería abandonada en París ¡dedicada solo para animales! Tras enterarse de las historias sobre el maravilloso pasado del café, los gatitos deciden reabrir el lugar. Sin embargo, los hermanos no pueden ponerse de acuerdo en el menú, la música y la decoración. Castle es autora de más de una docena de libros para niños y adolescentes, incluyendo las series “Butterfly Wishes” y “American Girl: Girl of the Year”.

Pasión de Qatar y aventuras fantásticas

“Mundialito”, de Carolina Salvini (Planeta Junior) es ideal para los que se engancharon con el Mundial de Qatar 2022, y una linda manera de disfrutar lo que se vivió en este último mes en un libro interactivo en el cual podés armar equipos con tus jugadores favoritos, conocertodo  sobre el país anfitrión, inventar cábalas y transformarte en DT.

“Serapio pierde un diente” (Editorial El Ateneo), de Verónica Álvarez Rivera, cuenta que “a un monstruo se le afloja el primero de sus 40 dientes de leche. Su familia gruñe de lo contenta que está. Pero también se entusiasman los Ratones Pérez de todo el mundo, las Hadas de los Dientes y los Duendes del Kilimanjaro. ¡Un diente de leche de monstruo es muy valioso!”. La autora es dramaturga, actriz, narradora y escritora de literatura infantil y juvenil, así como mediadora y promotora de lectura.

“Anselmo Tobillolargo”, de Cristina Macjus (Sello Alfaguara, de la Editorial Penguin Random House) narra una historia “pequeña y enorme a la vez”, con la dulzura y el sentido del humor de Cristina Macjus. “No hay nada peor que un gigante enamorado. Sobre todo si vive cerca. Porque cuando llora de amor sus lágrimas forman lagunas enteras. O se pone a deshojar los molinos de viento, que para él son como margaritas. Me quiere, no me quiere, me quiere... Anselmo Tobillolargo se enamora de Pipita, un hada. Pero ella es muy inquieta, anda de acá para allá dejando rastros de brillantina y poemas enigmáticos a su paso. Los paisanos quieren ayudarlo y junto a los animales del monte hacen una fiesta”.

Las historietas “Mayor y Menor” (también de Penguin Random House) y “La saga de los distintos” (Editorial Planeta) del mismo autor, el ilustrador mendocino Chanti, son dos opciones para los chicos. En una, los hermanitos Nacho, Tobi y Lola van creciendo a la par que sus pequeños lectores; mientras que “La saga…” es la historia de cuatro reinos distintos que no se conocen entre sí hasta que una tormenta cambia el curso de su historia.

Clásicos revisitados y respuestas a dudas

“Cuentos feroces”, de Shumi Gauto, Joaquín Bachrach y Rodrigo Menendez (Ed. Planeta Junior), son las versiones de cuentos clásicos con personajes actualizados -y muy muy valientes- como Caperuzota, Blanquita y el rey Ignacio, quienes se destacan por su astucia y por ser fieles a lo que sienten. Los autores -actores, directores y músicos- trabajaron desde la pandemia modificando cuentos infantiles en podcast que se pueden escuchar en Spotify.

“Las aventuras de Mike” (Ed. Planeta), de Gabriel Dearo y Manu Digilio, autores -youtubers brasileros- que cuentan la historia de un chico poco popular a quien le encantan los videojuegos y jugar fútbol. “En este libro, los niños y las niñas conocerán a Mike, a su familia (incluida su hermana a quien llama La Primita Irritante), a su mascota Robson y a su mejor amigo, Nando. También lo acompañarán en una aventura alucinante: la competencia de galletas. Narrada con mucho humor y llena de elementos gráficos tipo diario esta historia, pensada para los primeros lectores autónomos, cautivará a toda la familia”, dice la sinopsis.

“Los Atrevidos y el concurso de las ideas geniales” (El taller de emociones 8), de Elsa Punset y Rocío Bonilla (Ed. Penguin Random House), se centra en Alexia, Tasi y su perro Rocky. “Ellos están descubriendo cómo hacer magia con sus emociones. Acompañados por el genial y experimentado entrenador de emociones, la gaviota Florestán, se enfrentarán cada noche a retos divertidos y trepidantes. A través de sus aventuras aprenderemos de forma amena a gestionar nuestras emociones o, lo que es lo mismo, a ponerles nombre, calmarlas o transformarlas”. Punset es la autora y una referente en el ámbito de la inteligencia emocional, ha creado la colección “El taller de emociones”, una herramienta que ayudará a los niños a conocer y controlar sus propias emociones, algo imprescindible para crecer feliz. Los atrevidos y el concurso de las ideas geniales incluyen claves para fomentar la creatividad.

“El preguntón” (Ed. El Ateneo) es una serie de libros, a modo enciclopedia, con miles de preguntas y respuestas para saberlo todo acerca de los animales, las plantas, el espacio, el cuerpo humano, entre otros. ¿Por qué tienen rayas los tigres? ¿Por qué las hojas de los árboles se ponen amarillas en otoño? ¿Podría apagarse el Sol? Son algunas de las dudas de la serie creada por María Isabel Toyos, una experimentada desarrolladora de contenidos.

Para ocasiones particulares

“Rombo”, es un libro escrito por el psicólogo Ramiro Brunand, quien aborda el tema del duelo en la infancia. “Escribir, para mí, es transformador. Me permite imaginar formas posibles de entender el mundo. La muerte, y todas sus implicancias, forman parte de nuestra literatura en un montón de obras. Cuando sentí la necesidad de hablar del tema, escribí ‘Rombo’ que comenzó como un cuento entre risas y llanto sobre lo que atravesamos cuando perdemos algo que amamos. Después de un proceso de trabajo que me llevó algunos meses, se transformó en un recurso literario que me enorgullece mucho”, dijo el influencer de lectura infantil en @cuentosdeunpapa.

“Eliseo y las flores”, de Maritchu Seitún, Sofía Chas y Cintia Roberts (Sello Grijalbo, Ed. Penguin Random House), es el último libro de la psicóloga especializada en crianza escrito junto a su hija Sofía, con quien ya lanzó “Coco y Mini quieren saber”, “¡Chau chupete!”, “¡A la cama!”y “¡Al doctor!”, entre otros. Ahora abordan la celiaquía y otras alergias alimentarias en la historia de un pequeño carpincho y sus amigos. El protagonista aprende a nadar en el río, y descubre una flor hermosa que se ve muy deliciosa pero que le hace doler la panza. ¿Por qué se siente mal Eliseo? ¿Podrá comer otras cosas tan ricas como esa flor del Irupé? El libro incluye una guía con propuestas para, entre todos, entender mejor a aquellos que deben llevar una alimentación diferente, acompañarlos, y abordar el cambio con atención y cuidados a la vez que sin miedo ni culpas.