¿Por qué es importante que las PyMES se transformen digitalmente?

¿Por qué es importante que las PyMES se transformen digitalmente?

La transformación digital es la adopción de tecnología digital para digitalizar productos, servicios u operaciones no digitales. Con ese objetivo en mente, las pequeñas y medianas empresas pueden maximizar sus esfuerzos en pos de una mejor rentabilidad.

18 Diciembre 2022

Según un relevamiento de la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), las micro, pequeñas y medianas empresas representan el 44% del PBI nacional y movilizan el 70% del empleo privado del país. Teniendo en cuenta que las PyMes (Pequeñas y Medianas Empresas) son el principal motor productivo de nuestro país, resulta importante destacar la relevancia que tiene la digitalización en sus procesos de negocios para que puedan mantenerse vigentes y lograr más crecimiento y expansión.

Es decir, la transformación tecnológica, de cualquier industria y sector, es un hecho que llegó para quedarse y se presenta como una condición indispensable para seguir operando en un mundo cada vez más competitivo donde proliferan ofertas de productos y servicios de todo tipo.

En este sentido, todas las PyMes necesitan adaptarse al nuevo contexto postpandemia donde los hábitos de consumo de las personas se caracterizan cada vez más por la rapidez y la simpleza de las operaciones y transacciones. En el mundo actual, las personas buscan experiencias dinámicas, intuitivas, virtuales y que puedan concretarse fácilmente con el uso de un celular o dispositivo electrónico.

Desde la compra o venta de un producto o servicio, la posibilidad de realizar una consulta médica a distancia, encontrar oportunidades de educación online y gestionar trámites desde la comodidad del hogar sin la necesidad de la presencialidad física son algunas de las tantas actividades que la tecnología posibilita de manera ágil y sencilla.

En este sentido – empresas, negocios, emprendimientos y comercios – tienen la oportunidad de iniciar su renovación digital de manera flexible y escalable, según cada necesidad particular.

Pero, ¿por dónde empezar? Un buen punto de inicio sería pensar en qué tipo de experiencia buscan nuestros clientes. Escuchar a quienes consumen nuestros productos y servicios, conocer sus necesidades, sus hábitos de consumo y qué soluciones concretas estamos aportando a sus vidas, es una buena manera para planificar el comienzo de una transformación tecnológica. Poco a poco y paso a paso; no es necesario realizar una transformación integral de un día para el otro. Lo importante es estar en marcha y poner el foco en lo que es prioritario hoy.

Hay soluciones accesibles que son fácilmente aplicables para muchos, lo más importante es no quedarse afuera y arrancar. Estar digitalizado entonces ya no es un tema de elección; es una realidad que llegó para quedarse y que se consolida cada vez con más fuerza.

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