Ecología: ¿ciencia ambiental o militancia política?

Ecología: ¿ciencia ambiental o militancia política?

Alejandro Brown, titular de la Fundación ProYungas, reflexionó sobre el tema.

Ecología: ¿ciencia ambiental o militancia política?
02 Noviembre 2022

“La Ecología es la ciencia que estudia la interacción entre los seres vivos y de estos con su entorno natural y con las actividades humanas. Una ciencia derivada de las Ciencias Naturales que la vincula con otras como la geología, la geografía, la climatología y las ciencias humanísticas. Por eso se la considera una ciencia de síntesis y de proyección en el tiempo. Analizar el presente y pensar el futuro, adónde vamos, cómo estamos, cómo nos vemos desde la mirada ambiental”, afirmó Alejandro Brown, titular de la Fundación ProYungas.

El especialista señaló, además, que como toda ciencia tiene su lugar de encuentro con la política y porque no con la militancia social y ambiental, pero ahí entramos en otra dimensión metodológica. “Hace unos años atrás, no muchos por cierto, un Ministro de Ciencia y Técnica de la Nación, manifestaba que la distancia entre la ecología como ciencia y el ecologismo (la militancia ambiental), era similar a la distancia entre la enología y un borracho. Comparación que generó la ira de los ambientalistas, pero la comparación risueña y ocurrente se acerca no obstante bastante a la realidad”, recordó.

“Cuando decidí estudiar Ecología hace más de 40 años no imaginé, creo, que esta ciencia tendría la trascendencia que hoy visualizamos y tampoco que, por lo tanto, sería centro de importantes movimientos ambientalistas y que estaría presente en la agenda política, tanto global como nacional. Sin duda la Ecología es central en generar información de calidad para idealmente fortalecer la toma de decisiones tanto públicas como privadas y que esas decisiones impliquen la mejora de nuestra calidad de vida y de nuestra percepción sobre la calidad de vida futura”, agregó.

Por otra parte, sostuvo que la “militancia ambiental es muy importante para sensibilizar a la sociedad, pero por su naturaleza, no ofrece soluciones a los múltiples temas ambientales en boga”. “Las mismas deben proceder de la información técnica, de los monitoreos o seguimientos ambientales y de la necesaria validación y contrastación, tema central para ser considerada una ciencia”, sostuvo.

“Una diferencia importante entre ciencia y militancia es que la segunda se basa normalmente en la crítica y en sensibilizar desde el problema y la generación de miedo a lo desconocido. Algo parecido hace la religión. La Ecología sin embargo analiza los datos, las pruebas y de una manera más “equilibrada” intenta mostrar un camino posible, donde las actividades humanas sean compatibles con el mantenimiento de la vida y de las reglas de juego de la naturaleza. Sin duda la Ecología intenta, con bastante poco éxito diría, en ser un bálsamo basado en la creatividad objetiva y la innovación tecnológica, a tanta información catastrófica y apocalíptica que nos invade diariamente”, indicó.

Por último, Brow explicó que en parte, “el “poco éxito” que le atribuyo a esta disciplina científica en llegar con un mensaje diferente, es que el ambientalismo le “copó la cancha” y nos resulta difícil el llegar con un mensaje fundamentado, muchas veces crítico, otras veces esperanzador o positivo al grueso de la Sociedad”.

“Pero más allá de estas controversias, lo que seguramente nos une, a ecólogos y ecologistas es el amor por la naturaleza, uno fortalecido en el conocimiento de primera mano de los procesos ecológicos medidos en la naturaleza misma, y el otro en una mirada muchas veces romántica de nuestra relación con el entorno natural, mirado la mayoría de las veces desde un conglomerado urbano alejados sin duda de las leyes que la naturaleza nos impone a diario”, cerró.

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