Desarrollo urbano: en Cebil Redondo, hay pedidos para 10.000 nuevos lotes

Desarrollo urbano: en Cebil Redondo, hay pedidos para 10.000 nuevos lotes

La comuna les puso un freno a los emprendedores. Quieren darle un orden a la localidad, además de asegurar la infraestructura para la población.

URBANIZACIONES EN CEBIL REDONDO. A la vera de la ruta 315 se sumaron barrios cerrados. URBANIZACIONES EN CEBIL REDONDO. A la vera de la ruta 315 se sumaron barrios cerrados.

Tener una postal del cerro cada día con solo abrir una ventana fue el imán para Verónica Rodríguez. También la sedujo la tranquilidad del lugar: un barrio nuevo ubicado a unas 10 cuadras de la ruta 315, en Cebil Redondo. Ella, su hijo de dos años y su esposo vivían en un departamento en la avenida Roca, donde padecían por los ruidos y la contaminación del aire. Así que no dudaron en aprovechar la posibilidad de comprar una casa bastante accesible, cuenta. Debían pagar el terreno y luego cuotas al Instituto Provincial de la Vivienda (IPV). Llegaron hace cuatro años, cuando estaba embarazada de su segundo bebé. Y aunque están contentos por el cambio, no faltan los problemas:  se quedan sin agua, padecen cortes de luz, el recolector de residuos pasa solo dos veces por semana, no tienen cloacas y reniegan cada día al circular por la caótica e insegura ruta que atraviesa la localidad.

Algo similar le sucedió a Carolina Páez, que vive hace dos años en un loteo pegado al predio de la Virgen de Schoenstatt, sobre la ruta 315. “Aquí tenemos inconvenientes con el agua principalmente. Me gusta Cebil Redondo, pero quisiera que fuera más ordenado y tuviera mejores servicios. Por otro lado, hay un problema con las cloacas porque se hizo una obra, pero nunca se habilitó. Igualmente muchos vecinos se conectaron a la red en forma clandestina y hay desbordes por todas partes”, señala.

Cebil Redondo (Villa Carmela), al oeste de la capital, es una de las comunas que más viviendas ha sumado en los últimos años. Es parte de uno de los fenómenos de crecimiento demográfico que caracterizan a Tucumán desde hace dos o tres décadas: la explosión del área metropolitana de San Miguel de Tucumán (AmeT). Este proceso se produjo en muchos casos en forma de desordenada y sin generar la infraestructura suficiente.

Es por eso que la comuna ha decidido poner un freno a esta situación. El delegado comunal, Fabián Assán, contó que constantemente le llegan propuestas para aprobar loteos y emprendimientos barriales en la localidad, ubicada entre Yerba Buena y Tafí Viejo.

Concretamente, según describió, tiene pedidos para aprobar 10.000 lotes nuevos. “Si nos ponemos a ver, son como dos Lomas de Tafí. Esta es una zona muy buscada por una cuestión de costos; al ser una comuna el cobro de impuestos es mucho menor que en un municipio. El problema es que esta localidad ha crecido en forma desordenada y tenemos que darle un orden. Hoy tenemos barrios afectados por esta falta de planificación. Y no podemos seguir creciendo sin garantizar la infraestructura necesaria para los vecinos”, declara el funcionario, que es arquitecto.

“Nos pusimos firmes. No es que alguien viene, proyecta y puede hacer lo que quiera. Pedimos factibilidad de medio ambiente, un proyecto urbanístico que tenga espacios verdes y garantía de que tendrán servicios como electricidad y factibilidad del agua, además de laguna de laminación (para prevenir inundaciones)”, remarca. Por otro lado, se muestra en contra de los countries porque, según su punto de vista, generan un verdadero tapón urbano, ya que las calles pierden continuidad.

Entre otras cosas, Assán espera que se pueda materializar cuanto antes la obra del acueducto de Vipos, que permitirá dar soluciones de fondo  al tema abastecimiento de agua en la zona. También le preocupa que se resuelva la situación de las cloacas: si bien ya fueron instaladas hace varios años, no están habilitadas. Otro de sus sueños: que haya un mayor desarrollo comercial y que se haga un tratamiento de los canales. Pero lo que más le inquieta es la situación del Camino del Perú, la vía principal de comunicación de Cebil Redondo. Es una ruta que está totalmente desbordada por la gran expansión urbana en la zona, y ante ello presentaron un proyecto para mejorar una vía alternativa.

Según detalló, es una obra importante, que fue presentada para obtener financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que el año pasado estaba presupuestada en U$S 2 millones. El proyecto propone mejorar la calle Juan B. Terán -una vía de ripio- que corre en paralelo a la ruta 315 desde la plazoleta Islas Malvinas hasta el comienzo de Cebil Redondo. Incluso la idea es que se pueda conectar con la calle Fanzolato y que tenga conexión con Yerba Buena.

Nuevos y viejos barrios

Actualmente, según puntualizó Assán, hay 30 barrios en Cebil Redondo. Pero todavía hay mucho espacio para seguir construyendo. “Se están vendiendo fincas y cada emprendedor, lógicamente, quiere sacar la mejor tajada. Nosotros queremos cambiarle el espíritu a esta zona, para que pueda crecer de manera ordenada. Nos tocará hablar con los emprendedores inmobiliarios y que se hagan las cosas bien. También desde la UNT nos están ayudando con un equipo que nos asesora”, resaltó.

Algunos de los nuevos barrios están ubicados a la vera de la ruta 315 -cerca de la zona conocida como La Cartujana- mientras que otros están alejados del Camino del Perú. Basta con ver los números de los últimos censos para tener una idea más precisa de lo que pasa: desde 1991 hasta 2010 (últimos datos), la población creció más del doble. Ese año había 14.728 habitantes, lo que representa un incremento del 37% frente a los 10.780 habitantes de 2001. Una década antes había 6.093 pobladores.

“Estamos esperando el resultado del censo 2022. Creo que esas cifras nos van a sorprender; ha sido muy grande el crecimiento”, sostuvo el delegado comunal. Según su punto vista, Yerba Buena y Tafí Viejo se han ido desbordando hacia Villa Carmela.

Marta Casares, arquitecta y urbanista del Observatorio de Fenómenos Urbanos Territoriales de la UNT (OFUT), ha desarrollado investigaciones que muestran que Cebil Redondo es una de las localidades que más está creciendo. Este fenómeno impactó sobre la población, que se ha rejuvenecido.

En muchos casos, las urbanizaciones han reemplazado a las plantaciones de limoneros, señala el informe “Lineamientos estratégicos para la gestión territorial del área metropolitana de Tucumán”, que realizó Casares junto a otros urbanistas, y en el cual advirtieron que la mancha urbana se extiende impermeabilizando vastas superficies, lo que trae como consecuencia un más rápido escurrimiento de las aguas de lluvia y, por ende, mayor riesgo de anegamiento e inundaciones tierras abajo.

Justamente en ese trabajo, los expertos recomendaron a las autoridades ser más exigentes cuando aprueban nuevos barrios. La especialista recalcó que un período de 30 años se triplicó la cobertura de suelo urbano en el marco de esta tendencia del crecimiento hacia municipios y comunas del área metropolitana. En Cebil Redondo, por ejemplo, el suelo urbano ocupaba 7,43 hectáreas en 1972. En 2008 la urbanización ya alcanzaba las 260,65 hectáreas.  

¿Qué buscan?

Si bien es cierto que Villa Carmela ha crecido mucho más que nada por urbanizaciones del IPV, en los últimos años aparecieron emprendimientos privados. Quienes eligen comprar un terreno y construir una casa en la zona de Cebil Redondo buscan el aire más fresco que en la ciudad, la tranquilidad y los paisajes, según cuenta Alvaro Alí, de un loteo ubicado a varias cuadras al oeste de la ruta 315. En ese empredimiento están desarrollando infraestructura para las casas que ya empezaron a construirse. “Esperamos que siga creciendo esta zona; tenemos muchas expectativas”, sostuvo.

Cerca de los barrios nuevos, quienes viven hace muchos años en Villa Carmela, están preocupados por la aparición de los nuevos loteos. Los vecinos del Helpa 250 Viviendas, por ejemplo, han denunciado que por la construcción de un nuevo barrio se están quedando sin agua, ya que sostienen que hay conexiones clandestinas. Lo mismo les ocurre a quienes habitan en el barrio El Mirador.

En uno de los barrios más populares, el Islas Malvinas (tiene 1.100 lotes), han estrenado la nueva iluminación LED. Pero los habitantes reniegan porque falta pavimento. La mayoría de  las calles son de barro, intransitables en días de lluvia. ¿Tienen esperanzas de que todo mejore si se suman más barrios en la comuna? La pregunta genera sentimientos encontrados entre los vecinos. “Ojalá se les exija a las autoridades que mejoren los servicios”, dice Carolina. A Mabel Posse, del barrio 240 Viviendas, le preocupa que el crecimiento se haga sin planificación, sin previsión de servicios y sin ordenamiento del uso de suelos. “Antes mi cuadra no se inundaba y ahora sí; algo no se hizo bien”, reclama. Aunque sobran las quejas, también hay muchas expectativas de progreso. ¿Podrán cumplirlas?

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