El deporte se juega cada vez más lejos de Tucumán

El deporte se juega cada vez más lejos de Tucumán

02 Julio 2022

Las consecuencias que generan la inacción y las faltas de entendimiento y de políticas acordes las está sufriendo el deporte tucumano como receptor de propuestas ambiciosas, tanto de carácter nacional como internacional. El ejemplo más claro de esto es lo que sucede en el rugby en estos días: durante tres sábados consecutivos ofrecerá el espectáculo de Los Pumas en partidos amistosos con el seleccionado de Escocia. Hoy será en Jujuy, el 9 de julio en Salta y el 16 en Santiago del Estero. Tucumán, tierra de grandes clubes, jugadores, dirigentes y logros que son leyenda, otra vez verá el espectáculo a la distancia, pero no desde tan lejos. Hasta no hace mucho era impensado que se programaran tres test-matches en el NOA y ninguno le tocara al hogar de los Naranjas (¡y uno de ellos se disputa nada menos que el 9 de julio!). Hoy esa decisión hasta parece natural.

Son varios los factores que han incidido para que la provincia sea un punto menor a la hora de programar propuestas de envergadura. En LA GACETA, a través de los tiempos, se han planteado cuestiones diversas, que se refieren a aspectos fundamentalmente económicos y burocráticos como lastres poderosos al momento de gestionar. Sin embargo, el mayor freno está en una realidad insoslayable: se pueden organizar espectáculos, con mucho tesón, sacrificio y decisión, pero no tenemos lugares adecuado para recibirlos, salvo alguna honrosa excepción como el estadio de hockey.

Y no es que en Tucumán no se pueda traer ningún espectáculo. De hecho, recientemente se ha dado muestra de que es posible con los torneos de tenis ITF que se disputaron en Lawn Tennis y en Las Lomitas o con el weekend de voley en Villa Luján, sólo por citar dos eventos que se desarrollaron en sedes de clubes y no a campo traviesa (el gran potencial que hoy tiene la provincia).

No sólo el rugby sufre esta “afrenta” a una larga tradición deportiva, como organizador, receptor y centro activo histórico en el norte. El caso más palpable lo da el fútbol: más allá de que Atlético y San Martín convocan multitudes en sus presentaciones en la Liga Profesional y en la Primera Nacional, no hay mucho más en cuanto a contacto externo. Hablar de partidos “fuertes” de la Copa Argentina, de alguna definición de campeones o de una presentación de la Selección es una total quimera. Ni qué hablar de carreras de autos y motos, más torneos de golf internacionales (como tiene Las Termas).

Por qué nos pasa lo que nos pasa como provincia es un tema que atañe a todo el arco dirigencial deportivo en cuanto a la gestión y ejecución: a los sectores oficiales y privados que necesariamente deben brindar su apoyo; a las entidades intermedias que deben incentivar iniciativas. En suma, a todos quienes deben crear las condiciones adecuadas para que esta decepcionante realidad mute a una más justa con nuestra historia.

La endémica situación de la mala infraestructura deportiva tucumana no es que no se trate, ni se discuta. Lo que está sucediendo es que toda iniciativa choca con las ya mencionadas cuestiones económicas y burocráticas. Por caso, por estos días, dirigentes del rugby tucumano, seguramente tocados por la visita Puma a otras provincias del norte, están promoviendo una mesa de discusión sobre qué hacer. Para ellos, como para todos los que intentan cambiar las cosas, bueno sería que, una vez tratado y analizado el tema, se establezca un plan seguro y sostenido en el tiempo para llevar las iniciativas al plano de lo concreto. Esto es, que los actores que entienden en la causa avancen de una vez por todas al siguiente casillero: el de la ejecución.

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