“Un sommelier debe conocer cómo interactúan todos los productos”

“Un sommelier debe conocer cómo interactúan todos los productos”

Los profesionales argentinos son reconocidos en el mundo por su versatilidad y esa es una de las razones de su éxito. Los expertos explican cuál es la tarea del sommelier y por qué es tan importante.

“Un sommelier debe conocer cómo interactúan todos los productos”

El 3 de junio se celebró el Día Internacional del Sommelier en conmemoración de la creación de la Asociación de la Sommellerie Internacional (ASI), concretada en 1969, en Francia. El mundo del vino cada vez atrae más gente. La tarea de un sommelier es justamente acercar ese mundo a los clientes que buscan desafiar su paladar.  

El sommelier es por definición una persona experta en vinos estrechamente relacionada con la gastronomía. Tiene sus sentidos altamente activos para reconocer las características, defectos y virtudes del vino -y de otras bebidas también-. Muy cercano a las tareas “de servicio” de un restaurante, dentro de las responsabilidades de un sommelier se incluyen recomendar variedades de vino, supervisar el servicio de esta bebida y colaborar con los fabricantes de vino para renovar la selección y lograr mejores precios.

Muchas veces se confunde la tarea de un sommelier con la de un enólogo cuando este último es el responsable de crear el vino (junto a los trabajadores de las vides) y asegurar el cuidado del mismo durante todo el proceso. El sommelier, por otra parte, conoce el producto, lo difunde, sirve y lo cuida desde que es adquirido hasta que la botella se descorcha. Por esto también su tarea se relaciona con la comunicación y el marketing.

“Los primeros indicios de los sommelier aparecen en la historia con personas que estaban dedicadas a la selección de bebidas de las personas de mayor poder”, explica Matías Prezioso, actual presidente de la Asociación Argentina de Sommelier que nuclea a los profesionales de todo el país.

La entidad fue fundada en 2001 y crece en números de socios regularmente. Actualmente cuenta con 750 miembros. “Un buen profesional puede trabajar en servicio, ligado a la gastronomía o al turismo; brindando clases o catas, escribiendo sobre vinos, asesorando a bodegas o a agencias publicitarias. En mi caso yo soy licenciado en marketing y sommelier, es decir que unifico la publicidad con el mundo de los vinos”, explicó Prezioso a LA GACETA.

Entre las habilidades de un sommelier están las de comunicación para brindar un buen servicio al cliente, ser discreto, amable y cortés con los clientes, poseer buenas habilidades de ventas para promocionar diferentes vinos, entre otras. “En el mundo actual el conocimiento y la información es muy dinámica y surgen constantemente regiones o productores nuevos. Sí es importante que el sommelier tenga un gran manto de humildad porque sobre todo quienes trabajan en el servicio deben tener presente que los protagonistas no son ellos”. La actividad se popularizó tanto que actualmente hay sommelier de café, de agua y hasta de carnes: “La característica principal de un sommelier es que debe conocer cómo interactúan todos los productos que maneja o están a su alcance”.

En Argentina, explica Prezioso, los programas educativos de las carreras son muy completos comparados con otros países. “Si bien hay cursos que pueden durar meses, la carrera lleva entre dos y tres años, es realmente un oficio que hay que aprender y tiene muchas materias. Desde la Asociación buscamos justamente  fortalecer la carrera profesional de los sommelier”.

La mejor de América

Desde España, con los horarios cambiados, atiende a LA GACETA muy contenta para contar que actualmente está trabajando haciendo “servicio” en un restaurante. Valeria Gamper obtuvo el primer puesto en el certamen que organiza la ASI (Association de la Sommellerie Internationale) en nuestro continente y por eso tiene ganado ya su pase al mundial que se realizará en febrero próximo. Allí participa un representante de cada país y el ganador continental, por lo que nuestro país tendrá  dos participantes. Por su performance en los concursos se ganó un lugar en París 2023 donde se elegirá al Mejor Sommelier del Mundo, una competencia organizada por ASI que goza de fama por su alta complejidad.

Gamper estudio hotelería pero siempre se identificó con el rubro gastronómico. “Me gustaban las bebidas y el servicio al viajero. Si te ponés a pensar cuando alguien llega a un lugar, o al menos eso me pasa siempre, lo primero que querés hacer es probar una bebida y el sabor de una comida local. Yo quise seguir aprendiendo de ese mundo y por eso comencé a estudiar para sommelier”, contó a LA GACETA.

Para conocer el mundo de los certámenes se inscribió en uno y fue seleccionada como la mejor sommelier de Argentina desde 2019, y a partir del último sábado 19 de febrero, se convirtió en la Mejor Sommelier de las Américas 2022, un concurso organizado por la ASI que tuvo sede en Santiago de Chile y donde se disputaron el título 20 sommeliers de todo el continente. En esos concursos las preparaciones llevan varios meses previos y cada profesional debe demostrar su conocimiento y profesionalismo en ítems como cata, servicio, historia, geografía, vitivinicultura y gastronomía.

En marzo de 2020 se mudó con su familia a España justo cuando comenzaba la cuarentena por la pandemia. “Todos tuvimos que reconvertirnos, comenzamos a hacer muchos encuentros virtuales, nada nuevo ya”, dice sobre cómo sorteó esa etapa. Según los expertos en el rubro, una de las características de los sommeliers argentinos es su flexibilidad, y eso los convierte en profesionales requeridos en muchas partes del mundo.

“Me llama la atención que en Argentina tanto enólogos como sommelier son muy activos en redes sociales y están expuestos, cerca del consumidor: hacen degustaciones, charlas y eso está buenísimo. No sucede así en Europa, por ejemplo”, explica sobre su profesión.

Sus vinos favoritos

“Me encanta el vino argentino y cómo está creciendo. Me gustan mucho los vinos blancos, el Torrontés del norte y los de mayor acidez que están en la Patagonia. Hay muchos estilos en los vinos argentinos y eso suma muchísimo”, dijo Gamper, y explica que en Europa se consiguen frecuentemente vinos argentinos y eso la llena de orgullo porque tanto el vino como los profesionales que trabajan en ese mundo cada vez pisan “más fuerte”.

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