Podemos ser más humanos, compasivos y solidarios

Podemos ser más humanos, compasivos y solidarios

Captura de Tik Tok Captura de Tik Tok

El video, en Tik-Tok, causa gracia porque lo protagoniza un mimo (¿será?) y por los abucheos y aplausos del público. Filmado desde unas gradas, se observa a una mujer ingresando a un acuario minutos antes de que comience el espectáculo. Carga un bebé de aproximadamente 12 meses en su brazo izquierdo y, en el derecho, una mochila que luce algo pesada. Un mimo -con su típico traje en blanco y negro, su cara pintada de blanco- le pregunta a ella si quien la acompaña es su pareja. Ella dice que sí e inmediatamente el mimo toma su mochila y la coloca en el hombro del varón quien, un poco avergonzado, continúa caminando. El video tiene sonido y cuando esto sucede, todos aplauden y vitorean al mimo que vuelve caminando como si fuese Batman habiendo vencido al Guasón: “Tarea cumplida”, parece que dice.

“Nos quieren vender que los tiempos cambiaron, que ya no hay desigualdades entre varones y mujeres, que las feministas somos unas exageradas… pero la realidad nos demuestra lo contrario: todavía tenemos mucho por revisar, cuestionar y transformar. La imagen ‘maternal’ de una mujer con su bebé en un brazo y su bolso en el otro al mismo tiempo, que ‘todo lo puede’ y que ‘eso es natural’, aún es demasiado frecuente y a algunos ni siquiera les llama la atención. Pero en este video, el mimo somos todos haciendo un poco de justicia, ¿no?”, publicó como reflexión el perfil de @feminacida dedicado a noticias con perspectiva de género.

La famosa “carga mental” – el esfuerzo intelectual que remite a las múltiples tareas que se tienen en la cabeza y requieren planificación, concentración, atención, memoria y coordinación de ideas- se multiplica en las madres con las tareas domésticas y de cuidado. La carga mental con uno, dos y más hijos, es inigualable y afecta el bienestar físico y psicológico de la persona que la padece.

La ropa que van a usar, zapatillas (“¿Les quedan bien o ya creció el pie?”), tareas (“¿Qué pidió la seño hoy?”). Hay un bebé en casa,” ¿Qué comerá hoy? ¿Cómo está su pancita? ¿Puede comer dulce de batata?”. Si salimos a la calle: “¿Cuántas horas estaré afuera? Si son muchas necesitaré una o dos mudas de ropa limpia, pañales, óleo, algodón, un juguete si se aburre -no, ese no le gusta-, medias, una manta por si se duerme, leche, mamadera, agua, un snack… ¿Qué más?”. La carga mental incluye las tareas de economía del hogar, organización y agenda familiar (“¿Hoy tiene gimnasia? ¿Hoy martes debe llevar palo de hockey?”), solucionar problemas familiares y sociales –contener- (“Sí, entiendo que tu amigo te haya dicho algo que te molestó pero…”) eventos y compromisos (“¡Hoy cumple años tu prima! ¿Tenemos regalo?”) salud, alimentación y cuidados, en definitiva, el bienestar familiar.

La doctora Carla Orisini, pediatra, también se hizo eco del video del mimo. Profesional, influencer y mamá de cinco niños, publicó en su cuenta @dra.carlaorsinipediatra: “Hace unos días vi este video. Me sentí identificada. Siempre con algún niño a upa, otro de la mano, mi bolso, su bolso, mirando a los demás, más mí carga mental que no para nunca. Chequeando, borrando, agendando mentalmente. Lo tengo tan incorporado que no veía que mi compañero la mayoría de las veces no llevaba más que las llaves del auto. Deconstruí esta situación y generé espacios de charla para que esto cambie”, dijo la autora de 100 preguntas y respuestas sobre crianza respetuosa (Ed. Planeta). “¿Qué les sucede al ver este video? ¿Se ven ahí? ¿Qué cambiarían?”, interpeló a sus seguidoras.

“Mil veces en ese lugar. Pero aprendí y ahora apenas alzo a mi hija, yo solita entrego el bolso”, dijo una seguidora. “Estamos aprendiendo ambos –creo- a deconstruir y construir algo nuevo porque eso fue lo que mamamos de chicos ambos. Así que le hago lugar. A veces lo hace solo, a veces hay que pedirlo y eso sí que cansa. Mucha charla”; “¿No te diste cuenta?: te lo hago notar. ¿Te olvidaste?: Te refresco la memoria. Así hasta que el ejercicio salga solo… O hasta que muramos los dos mapaternando”, fueron otros los comentarios llenos de emojis de sonrisas en la cuenta de la pediatra.

A fines de abril de este año, se presentaron los resultados de la primera Encuesta Nacional de Uso del Tiempo en Argentina. Este trabajo reveló que las mujeres tienen más participación en el trabajo productivo total de la población porque, si bien ocupan menos puestos remunerados que los hombres, son quienes más asumen las tareas domésticas y de cuidado con un 91,6% de ellas, frente a un 73,9% de ellos. El objetivo de este informe, explicaron, fue cuantificar el uso del tiempo y la participación de la población en las distintas formas de trabajo, tanto en la ocupación como en el no remunerado, además de visibilizar las desigualdades socioeconómicas y de género en el uso del tiempo.

Así como cargar una mochila y un bebé en cada brazo, la carga mental si es repartida, es mucho más liviana para el bienestar familiar. Por eso, ser más humanos, compasivos y solidarios es el camino para una sociedad más justa, donde la corresponsabilidad doméstica, de cuidados y parental, sea de ambos progenitores.

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