

SAN PABLO, Brasil.- Decenas de miles de brasileños salieron a las calles en las principales ciudades del país para participar en actos de apoyo al presidente Jair Bolsonaro y otros de respaldo al ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, en un anticipo de lo que será el clima de polarización para la elección presidencial de octubre.
Los partidarios de Bolsonaro convocaron durante la semana a participar de protestas contra el Supremo Tribunal Federal (STF), luego de que el mandatario indultara a un congresista condenado a casi nueve años de prisión por amenazar a jueces.
Bolsonaro llegó cerca del mediodía a la Explanada de los Ministerios frente al Congreso en Brasilia, punto de reunión de sus seguidores en la capital, que lo vitoreaban gritando “mito”, muchos vistiendo camisetas de Brasil. “Saludo a los que están aquí en la manifestación pacífica en defensa de la Constitución, de la democracia y de la libertad. Felicitaciones a todos en Brasilia, así como a todo Brasil que estará hoy en las calles”, dijo Bolsonaro, en una transmisión en vivo por redes sociales que acompañó su caminata.
El presidente de ultraderecha protagoniza una escalada con el STF, luego de que la semana pasada decidió indultar al diputado aliado Daniel Silveira un día después de que la máxima corte lo condenara a más de 8 años de cárcel por promover actos antidemocráticos. El propio Silveira, dijo en un mitin en Niteroi, en el estado de Río de Janeiro-, que su arresto el año pasado fue inconstitucional.
En San Pablo hubo manifestaciones simultáneas de respaldo a Bolsonaro y a Lula.
Lula, en un discurso de 15 minutos, prometió a sus simpatizantes, incluidos muchos líderes sindicales, que “reanudaría las negociaciones para que se respeten nuevamente los derechos de los trabajadores” si era elegido. Advirtió que estaba hablando antes de convertirse en un candidato oficial (se espera el anuncio para el 7 de mayo).
El ex presidente recordó que fue víctima de persecución, según recientes conclusiones del panel de derechos humanos de Naciones Unidas. El organismo concluyó que los investigadores de corrupción en Brasil violaron el debido proceso para presentar un caso contra Lula, que condujo a un encarcelamiento ilegal y le prohibió postularse para el cargo en 2018.
Además de contrariar al STF con el indulto a Silveira, Bolsonaro ha reforzado los últimos días ataques al tribunal electoral sembrando dudas sobre la confiabilidad del sistema de urna electrónica, sin ofrecer pruebas de la supuesta vulnerabilidad.
Simpatizantes de Lula también protestaron ayer en Río de Janeiro y Brasilia, donde reclamaron por la alta inflación -que acumula 12,03% en 12 meses- y exigieron “basta de hambre y de corrupción”.
Según sondeos, Lula es el favorito para la elección del 2 de octubre, aunque la diferencia se ha acortado y no evitaría una segunda vuelta con Bolsonaro, según las últimas encuestas.
La campaña por la presidencia no arrancará oficialmente hasta agosto, pero ambos han adoptado cada vez más un tono electoral en sus apariciones. (Reuters-Especial)









