Yerba Buena: con críticas a la gestión de Campero, se rechazó el veto

Yerba Buena: con críticas a la gestión de Campero, se rechazó el veto

Los ediles insistieron para que se gire al cuerpo el 3% de los fondos que llegan de la Provincia. Exhortaron a que se publiquen las ordenanzas.

POR MAYORÍA. Ocho de los nueve ediles presentes rechazaron el veto total interpuesto por Campero, y ahora piden que se promulgue la norma. POR MAYORÍA. Ocho de los nueve ediles presentes rechazaron el veto total interpuesto por Campero, y ahora piden que se promulgue la norma. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA

Con cuestionamientos al rumbo que tomó la gestión de Mariano Campero y con críticas hacia el desempeño y las declaraciones de su equipo de trabajo, el Concejo Deliberante de Yerba Buena rechazó ayer el veto total que interpuso el intendente para evitar el giro automático para el cuerpo de un porcentaje de los fondos que reciba mensualmente la Municipalidad de parte de la Provincia, en el marco del Pacto Fiscal 2022 (Ordenanza N° 2.363).

Los ediles remarcaron que el rechazo implica una insistencia de la norma, por lo que instaron al Ejecutivo municipal a la promulgación de la ordenanza.

Los oficialistas Rodolfo Aranda (presidente), José Macome, Álvaro Apud y Guillermo Casanova; y los peronistas Héctor Aguirre, Marcelo Albaca y Alejandro Sangenis (h), votaron a favor de que se rechace el veto 280/22, el cual impone el veto total a la Ordenanza N° 2.370. Dicha norma modifica el fragmento vetado de la 2.363 y reduce de un 5% a un 3% la remisión automática de fondos, detrayendo los salarios.

El edil republicano Gonzalo Cisneros, en tanto, hizo constar su voto no positivo a la iniciativa, mientras que el concejal Marcelo Rojas (Juntos por el Cambio) se retiró momentos antes aduciendo problemas de salud. Aranda explicó que tenía la presión alta.

Es incierto el rumbo que tomará ahora la relación entre el Concejo y la Municipalidad. El Ejecutivo municipal se expresó en desacuerdo con el envío de fondos automáticos porque -según argumenta- no están debidamente justificados y podrían afectar otras partidas ya asignadas. A su vez, dijo que rechazar un veto no es lo mismo que insistir una ordenanza. Por otra parte, Aranda reconoció que el miércoles se abrió un camino de diálogo con Campero, en buenos términos, pero reconoció que llegó de modo tardío. A su vez, los ediles acusaron al Ejecutivo municipal de no estar promulgando y publicando todas las normas que sanciona el cuerpo.

“Concejales de segunda”

Sangenis contrastó al Campero de sus primeros años, que -dijo- consensuaba los temas, con el que surgió tras perder los comicios de 2021. “Si hemos llegado a este grado y a este momento de conflicto institucional no es porque 10 concejales estamos equivocados. Qué casualidad que hoy tuvo un paro masivo”, dijo. Afirmó que el dinero que piden no es para asistencialismo, tildó de cobarde al intendente por no exponerse ante los ediles y opinó que no es casual que las tensiones se profundizaran tras rechazar el decreto por el casco viejo.

Aguirre consideró que el Ejecutivo los trata con desprecio, como “concejales de segunda” porque -según dijo- no cuentan con los elementos básicos para trabajar o hacer reparaciones. “Es una catarata de mentiras el fundamento del veto”, criticó.

El presidente del Concejo remarcó que la institución que representa no le debe rendir cuentas al Ejecutivo, sino a la sociedad. Además insistió con que buscan la autarquía y pidió mesura de los funcionarios. “Deben cuidarse, no pueden ni deben agraviar al cuerpo. No podemos tolerar la autocracia. No podemos permitirnos decirnos cosas que nos llevan a situaciones enojosas porque después de que se agravia es muy difícil retomar el diálogo”, expresó.

Golpe de timón

Macome, por su parte, consideró que el debate por el porcentaje de los fondos es algo minúsculo que fue utilizado mediáticamente por la Municipalidad para tapar “cosas enormes” como el decreto para modificar el casco viejo (el 776/21, que fue rechazo por el Concejo) o la no promulgación de ordenanzas. A su vez, afirmó que el borrador de un nuevo Código de Ordenamiento Urbano aún no llegó al cuerpo, pero -dijo- que hay desarrolladores inmobiliarios que ya lo conocen. “Hay un golpe de timón fuerte (en la gestión de Campero), espero que haya una recapacitación”, dijo.

El radical Argiró, en tanto, afirmó que le duele tener que criticar a la Intendencia. “Estamos dispuestos a seguir ayudando al Ejecutivo, a los funcionarios y al intendente”, dijo. Y agregó: “lo que estamos viendo con el paro es una regresión. Esa regresión no es producto de la casualidad, es producto de errores. Pido que retomen la senda de la gestión. Yo he visto al intendente agarrar las riendas y llevarlas bien. Empecemos a ver las necesidades de la ciudadanía. Volvamos a las prioridades. Retomemos cosas que han sido parte de nuestra gestión”, instó.

Citación de funcionarios: pedirán que Courel concurra al Concejo

Por una moción del concejal Héctor Aguirre, se aprobó por unanimidad la citación al jefe de Gabinete, Manuel Courel. Los ediles solicitan que el funcionario municipal concurra al Concejo Deliberante la semana próxima para que explique sus declaraciones a la prensa.

Courel había dicho que el Concejo le cuesta al Municipio unos $17 millones mensuales, lo cual representaba un 10% del presupuesto de la Municipalidad. “En Tucumán, los órganos legislativos han perdido su esencia. Se han convertido muchas veces en cajas políticas, en lugares de asistencia social, en donde hay un montón de empleados donde nadie sabe quiénes son”, había manifestado a este diario.

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