Cita a ediles en medio de tensiones políticas en Concepción

El Concejo Deliberante de Concepción fue citado a sesión extraordinaria para mañana para completar la mesa de conducción. El único cargo vacante es el de vicepresidente segundo a partir de que el presidente del cuerpo, Alejandro Molinuevo (JxC), se hiciera cargo de la intendencia por la renuncia de Roberto Sánchez. El vicepresidente primero, Gabriel Jiménez (PJS), ejerce la presidencia y Ramiro Beti es el vice segundo.

El oficialismo pretende que la médica Raquel Nievas ocupe la vacante.  Este punto se iba a resolver en la sesión especial en la que Molinuevo dejó su cargo para asumir el departamento ejecutivo. Ante la ausencia de Beti, y al quedar sin mayoría, resolvieron postergar una semana la elección. Sin embargo, tras el retorno del edil, la bancada “sanchista” (seis) se ausentó en dos oportunidades a las sesiones para completar el Concejo dejándolo sin quórum. Es que Jiménez, que tiene doble voto, había adelantado que apoyaría la designación de un peronista a fin de darle pluralidad a la mesa de conducción. Su par Katherina Mazzuco (PJS) dijo lo mismo.

De esta manera aseguraba el cargo al Frente de Todos (FdT). Así quedaron en evidencia las diferencias en el interbloque de Juntos por el Cambio (JxC). Beti se quejó diciendo que los alfaristas vulneraron lo convenido. Fue cuando, luego de seis sesiones frustradas para renovar la mesa, se fijó que en adelante cualquier decisión del interbloque iba a adoptarse por consenso previo. “La metodología acordada establece que el espacio completo decidiría, y no como se optó por hacerlo, entre gallos y medianoche”, bramó el dirigente del PRO.

Acuerdo  

Molinuevo se involucró en el conflicto y buscó una solución en Casa de Gobierno. Se reunió con el gobernador, Osvaldo Jaldo. Beti confirmó que allí surgió el compromiso del oficialismo de asegurar la vicepresidencia segunda al peronista Carlos Fúnez. Por su parte, Jaldo garantiza el apoyo a Molinuevo para que pueda seguir adelante con los proyectos de obras públicas en ejecución y otras por iniciar.

Fúnez, se sabe, es del riñón de Jaldo. E integra el bloque con Miguel Abboud, del manzurismo. Este ya fue ungido como precandidato a intendente para el 2023 por el actual jefe de Gabinete, Juan Manzur.

Abboud desconocía el acuerdo Jaldo-Molinuevo, e incluso   duda del supuesto pacto. “Lo que se teme es que el oficialismo llegue a desconocer el apoyo a Fúnez si uno nuestro falta a la sesión por algún motivo insalvable. Entonces se asegurarían la elección de Nievas”, planteó Abboud. Lo cierto es que el pacto descoloca al manzurismo (de cuyas filas también es el edil Adolfo Saracho) que, incluso, sospechaba de la supuesta intención del sanchismo de avanzar hacia la derogación de la actual mesa de conducción y elegir otra a fin de evitar que, por cualquier motivo, Jiménez se haga cargo de la intendencia.

Es una de las tantas especulaciones en un marco de tensión que no cederá hasta 2023. Hasta podría recrudecer. Abboud, como postulante a la intendencia, apuesta por el fracaso de Molinuevo, que heredó el fuerte impulso de las obras ejecutadas por Sánchez. Es el candidato a intendente  de este último. Y es a quien tendrá que enfrentar.

Tras la decisión del ex piloto de rally de votar en contra del presupuesto nacional en el Congreso, ahora se plantean  dudas sobre la firmeza que tendría el acuerdo municipio-provincia. Pues Jaldo ahora tendría argumentos para frenar el apoyo comprometido a Molinuevo.