Por Lucía Lozano
14 Diciembre 2021
UN FESTEJO DISTINTO. Guadalupe Carrizo celebró los “Dulces 16” con menos invitados y no quiso vals.
Empezaron a programar sus fiestas a los 14 años. Esperaban entusiasmadas ese gran momento cuando cumplieran los 15. Sin embargo, por la pandemia, tuvieron que suspender todo. Les tocó celebrar con más de 16. Y nada fue igual. Una minoría canceló el festejo. La gran mayoría tuvo que acomodarse. Eso sí, lo hicieron con algunos cambios: menos familiares y más amigos en la lista de invitados y nada de vals son algunos de las cosas que piden las cumpleañeras
Laura Trejo cuenta que en realidad el 15 de su hija, Guadalupe Carrizo, se pareció más a la celebración conocida en EE.UU. como los “Sweet 16” (los dulces 16). La adolescente iba a celebrar el 14 de marzo de 2020. En esos días se suspendieron todas las actividades y entramos en una cuarentena estricta por la pandemia de covid 19. Terminó festejando un año y medio después, en octubre de 2021. “Ya no fue un 15, fue otro tipo de fiesta. No quiso bailar el vals y fue una entrada distinta. Además, fue una reunión más chica, con menos invitados”, resalta la mamá.
A María Luz Amas y a Camila Scalora les pasó algo similar. También tuvieron que festejar sus 15 a los 16 años. “Igualmente Cami lo disfrutó mucho; fue una noche soñada”, según cuenta su mamá, Marcela. “Algunos invitados grandes tuvieron que bajarse de la fiesta porque estaban enfermos o porque no tenían aún la segunda dosis de la vacuna”, describe.
Boom de fiestas
Después de un año y medio de cancelaciones por la pandemia, ahora hay un boom de fiestas de 15 atrasadas, cuenta Julio Heredia, de Asociación de Trabajadores Autoconvocados de Fiestas y Eventos (TAFE). “Todavía nos quedan dos o tres meses más con celebraciones que fueron reprogramadas”, remarca. Una minoría (un 15%) logró suspender y que les devuelvan el dinero; el resto, la gran mayoría, decidió festejar igual. Hubo casos también de personas que vendieron la fiesta porque a las chicas ya les había pasado el entusiasmo de los 15”, cuenta.
El hecho de celebrar un año más grandes cambia mucho los planes de las quinceañeras, admite Heredia. Piden más diversión y menos familia, sumar algún DJ reconocido y cambiar el vals por alguna coreografía de baile que preparan con sus amigas.
“Un año a esa edad es mucho. Con 16 ya no quieren sentirse una nena. En la mesa principal hay muchas que piden estar con los amigos, y ya no con los padres como habían planeado al principio. También algunas deciden cambiar el book de fotos para que sea más actual. Y piden una entrada con sus amigas, haciendo una coreografía. El vals algunas quieren solo bailar con el papá y luego, inmediatamente, se larga el boliche. En algunos casos cambian el vestido de princesa por uno más destapado”, describe Ana Martínez, quien es ayudante en la organización de eventos.
En los diseños de vestidos se notaron grandes cambios. Antes de la pandemia, lo que más se usaba eran las dos piezas (top y pollera), cuenta Elizabeth Carceller, diseñadora de vestidos de 15. Muchas lo habían planeado así, pero luego hicieron modificaciones. “Tal vez por el hecho de que tuvieron que esperar tanto para festejar, o en algunos casos porque debieron suspender el viaje a Disney, lo cierto es que están pidiendo que sea un gran vestido, impactante, en una sola pieza, con mucha elaboración”, explica Carceller. “Obviamente hay de todo, pero se está viendo que piden un vestido muy protagonista para esa noche que tanto tuvieron que reprogramar”, apunta.
En Norteamérica son los “dulces 16”
“¿No pudiste festejar tus 15? ¡Sumate a la nueva tendencia Sweet 16!” dice la publicación de una página de salón de eventos en Facebook que invita a las chicas que ya cumplieron los 15 años a sumarse a la nueva moda de festejo denominada “Mis Dulces 16”. Se trata de una celebración muy popular entre la sociedad norteamericana y canadiense, donde se considera que los 16 son el comienzo del paso hacia una vida adulta. Es un festejo muy similar a la de los 15 en Latinoamérica y tiene rituales muy específicos. Por ejemplo, el de las velas en la torta. Hay 16 o 17. La primera vela es encendida por sus padres, y la segunda por sus hermanos o sus abuelos. Las próximas cuatro son encendidas por otros miembros de la familia. De la siete a la 14 son encendidas por los amigos importantes, y la número 15 es para su mejor amiga. Por último, la vela número 16 es para un chico importante de su vida, y la vela opcional 17 es para ella, para iluminar la buena suerte.
Si bien en Tucumán, muchas le llaman los “dulces 16” es una cuestión solo eventual, por la pandemia. Aquí sigue siendo muy tradicional la fiesta de 15, un momento que un gran número de adolescentes no se quiere perder, cuenta Julio Heredia, de Asociación de Trabajadores Autoconvocados de Fiestas y Eventos (TAFE). Según detalló, los salones están trabajando al 100% de la capacidad y sin límites horarios. Para cumplir con todas las reprogramaciones, hay fiestas al mediodía y también los días de semana. Para ingresar a los salones se solicita el carnet de vacunas o pase sanitario.
NOCHE SOÑADA. Pese a que tuvo que cancelar sus 15 en 2020, Camila Scalora lo festejó este año y lo disfrutó mucho.
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