Ropa vieja y amuletos para aprobar

Ropa vieja y amuletos para aprobar

Se acerca fin de año y los estudiantes atraviesan los crueles exámenes finales. Muchos optan por seguir rituales o utilizar objetos que les hayan traído suerte. Tucumanos nos cuentan qué cábalas tienen antes de dar una prueba.

UN RELOJ DE LA SUERTE. Micaela Peralta no puede rendir sus exámenes sin el reloj que su abuelo le regaló cuando cumplió 11. “Lo usé absolutamente en todos mis exámenes de la secundaria, y ahora en la facultad lo sigo usado. No lo uso para mirar la hora, pero me siento segura teniéndolo -cuenta-; la cábala comenzó cuando, en la secundaria, aprobé todas las trimestrales una vez... Obvio que me había preparado, pero para mí en los exámenes es un 50% estudio y un 50% suerte, y es mejor que siempre la suerte esté de tu lado. La única vez que no me puse el reloj, me fue mal”

DE FAMILIA. Jesús, hermano de Micaela, también tiene ritual. “Me pongo una camiseta alternativa de River del 2017. La empecé a utilizar cuando rendí un final de Química, que era una materia que me costaba un montón... Cuando la rendí y la aprobé, estaba vestido con esa camiseta, así que desde ahí la utilizo, y generalmente funciona”, resume.

SIN MÚSICA. “Siempre que voy a rendir me pongo el mismo perfume, y ese día no escucho música, ni veo videos, ni voy con auriculares. En un examen me di cuenta de que, si escuchaba música antes, era como que de los nervios repetía la canción en mi cabeza y no me podía concentrar”, cuenta Lucía Molina, estudiante de abogacía.

LEY DE ATRACCIÓN. Agustina Rivero cuenta su truco que, afirma, le funciona bastante. “Hago la ley de atracción. Se trata de escribir en un papel tres veces el nombre de la materia, seis veces lo que pedís (aprobar) y nueve la nota que querés. Generalmente lo hago el mismo día y el papel queda cerca de donde rindo. Me ha funcionado al nivel de acertarle a la nota que luego saco”, explica.

UN PAPELITO CERCA. Lucía Rodrigo hace algo parecido a Agustina. “Un par de horas antes del parcial en una hoja en blanco escribo varias veces que voy a aprobar y el nombre de la materia. A ese papel lo dejo al lado de la computadora, y no lo vuelvo a tocar hasta saber la nota o que aprobé. Si no lo hago me siento medio insegura, y hasta ahora me funcionó de 10”, remarca.

GRACIAS A PAULO. Teresa Orellana también es estudiante de medicina. “En 2018 hice el ingreso y antes de rendir escuchaba ‘Condenado para el millón’, de Paulo Londra, porque estaba muy de moda en esa época y era la única canción que conocía que hablaba de superación. Desde la primera vez que la escuché y aprobé se hizo una cábala -cuenta-; lo repetí todo el primer y segundo año y no desaprobé ningún parcial. Ahora no la estoy usando tanto”

MEDIAS DE LA SUERTE. “Hace mucho tiempo mi hermana me regaló un par de medias que tienen la imagen de perrito doctor. Yo decidí usarlas solamente para los exámenes del ingreso a medicina. Como los aprobé, ahora cada vez que rindo un parcial me pongo las medias en el bolsillo y ando con ellas todo el día”, cuenta Rocío Abusetti.

LO QUE HAGA FALTA. “Soy muy cabulera”, admite María José Carranza, estudiante de Derecho. Tiene una cadena desde los 13 años a la que besa antes de rendir un examen. Además, reza por recomendación de su padre. Y eso no es todo: “tengo esa de que no te podés bañar el mismo día que rendís, sino el día antes o después de rendir. Mis amigas también lo hacen mucho. Y reposteo en Instagram y Twitter todas esas fotos de “si retwitteas esto aprobás”

VARIAS CÁBALAS. “Como todo bilardista, soy muy cabulero, sobre todo cuando se trata de rendir”, aclara de entrada Lucca Alessandro Scaravilli. “Rindo con una prenda, que es siempre la misma. Los primeros tres años de carrera fui a rendir todos mis finales con la misma camisa hasta que me desaprobaron. En la siguiente mesa rendí con la camiseta de Boca y aprobé, así que ahora cada vez que rindo lo hago con esa camiseta debajo de la ropa” Y eso no es todo. “La mañana antes de rendir escucho siempre la misma playlist, entro a la facultad con el pie derecho y el día anterior le pido a determinadas personas, que son siempre las mismas, que recen por mi. Y prendo velas”, añade.

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